Agencias|SEVILLA
El Sevilla se llevó el primer asalto de la Supercopa, aunque sólo pudo ganar por la mínima. Los primeros compases denotaron que ambos equipos daban por finalizada la pretemporada de forma drástica. Lo de ayer ya era competición y aunque el trofeo no es de los “importantes" sí es una piedra de toque definitiva para calibrar el nivel de ambos equipos. Así lo entendió el Sevilla, también el Madrid. En la primera parte el dinamismo era total, el Sevilla atacaba continuamente y Casillas volvía a ser de los mejores del Madrid.
Luis Fabiano por el Sevilla y Raúl por el equipo blanco gozaron de un mano a mano respectivamente con Casillas y Palop. Los guardametas ganaron en ambos casos. Antes de la media hora, un penalti de Sergio Ramos sobre Duda fue materializado por Luis Fabiano. El uno a cero daba más ritmo al partido, concretamente al equipo hispalense que hasta en dos ocasiones y en apenas cinco minutos pudo volver a marcar dos goles. En ambos casos fue Duda quien disparó y en ambos casos se encontró con los guantes de Iker Casillas. Pintaba bien el conjunto de Nervión y mal el once de Schuster que por momentos andaba con excesivas dudas sobre el terreno de juego. Guti intentaba llevar la manija de su equipo en la zona de creación, aunque no encontraba ninguna sociedad con nadie de su equipo. Pepe se veía desbordado y el engranaje madridista dejaba mucho que desear, al menos desde que encajó el gol y prácticamente hasta el término del primer periodo.
Antes incluso del descanso el Sevilla pudo haber ampliado su renta goleadora si Luis Fabiano hubiera aprovechado una indecisión de Casillas. El portero del Madrid estaba desbordado. El descanso tranquilizó las cosas, Sevilla y Madrid echaron mano del banquillo y el encuentro bajó de intensidad, en cierta manera, el Madrid consiguió igualar el partido, evitar que el conjunto hispalense dominara de forma tan descarada el partido y esto salió en beneficio del equipo blanco. Los de Juan De Ramos lo intentaban, pero no llegaban a las inmediaciones del área de Casillas con tanta facilidad. Disparos lejanos por parte local y balones centrados al interior del área de parte del Madrid, eran el principal argumento de unos y otros.
La entrada de Baptista y Saviola en el Real Madrid no fueron suficientes para resolver los problemas del conjunto blanco que empezó a pensar que el marcador de uno a cero empezaba a ser bueno para afrontar el choque de vuelta dentro de una semana en el Bernabéu. El Madrid pudo empatar al final, casi en el descuento, pero Palop mandó fuera un disparo envenenado de Diarra. Fueron estos últimos, los peores minutos del Sevilla y los mejores del Madrid. Falta un segundo acto.