Adrián R. Huber|HUNGARORING
El británico Lewis Hamilton ganó ayer el Gran Premio de Hungría de Fórmula Uno, a costa de su compañero, el doble campeón del mundo español Fernando Alonso; y de su escudería, McLaren, cuyas instrucciones desoyó en la crono del sábado y a los que provocó una sanción al acusarles de perjudicarle.
Hamilton logró su tercer triunfo del año, después de los de Canadá y Estados Unidos y aumentó en cinco puntos su ventaja sobre Alonso, que acabó cuarto una carrera que pudo ganar de no haber sido sancionado con la pérdida de cinco puestos en la formación de salida tras haber firmado la 'pole' en la crono del sábado.
El británico, que se impuso por delante del finés Kimi Raikkonen (Ferrari) y del alemán Nick Heidfeld (BMW), logró un triunfo descafeinado que celebró en la más estricta intimidad, tras haber convertido en un polvorín un equipo en el que da la sensación de que, a pesar de ocupar los dos primeros puestos del Mundial y de liderar el campeonato de constructores, nadie está a gusto.