Carlos Román / Miquel Alzamora
Caso cerrado. Jankovic no jugará más con la camiseta del Mallorca. El centrocampista serbio fue traspasado ayer al Palermo italiano y la semana que viene pondrá rumbo al Calcio para jugar allí las cinco próximas temporadas tras dejar seis millones de euros en las arcas rojillas. La venta, que supone la operación más importante sellada por la entidad en los últimos tiempos, se fraguó en una intensa reunión que se celebró en las oficinas del ONO Estadi y en la que estuvieron presentes el gerente bermellón, Pere Terrassa; su director deportivo, Nando Pons; el agente del jugador, Zoran Stojadinovic y dos emisarios del conjunto siciliano. La sociedad anónima isleña se desprende así de uno de sus futbolistas más importantes, aunque saneará sus cuentas de forma rápida y efectiva y tendrá todavía mucho tiempo por delante para buscar un sustituto de ciertas garantías entre el denso bazar veraniego.
El nombre de Jankovic presidía todas las quinielas, ya que la excelente temporada que cuajó el serbio durante su estreno en la Liga fue orientando la mirada de los grandes hacia el ONO Estadi. El internacional empezó a destacar muy pronto en el campeonato y sus números, unidos a su amplísimo margen de progresión, le otorgaron un papel protagonista, no sólo en el vestuario de Gregorio Manzano, sino en toda la pasarela continental.
Primeros movimientos
Los movimientos en torno a la figura del balcánico no tardaron en producirse. Hace sólo unas semanas, el Olympique de Marsella se puso en contacto con su representante para ofrecerle un atractivo contrato, pero el jugador rechazó la oferta al considerarla poco atractiva desde el punto de vista deportivo y se centró en el Campeonato de Europa sub'21, que concluyó el pasado fin de semana con el segundo puesto de la selección serbia. Sin embargo, las llamadas al agente se prolongaron y éste solicitó una reunión con el Mallorca para trasladarle las propuestas que estaba recibiendo. El club que preside Vicenç Grande sólo puso dos condiciones para que se consumara el encuentro: que las proposiciones fueran plasmadas por escrito y que superasen la barrera de los seis millones de euros. El Palermo, que había seguido a Janko con sigilo, se adaptaba casi por completo a los requisitos y desplazó a dos hombres a Ciutat para sellar la operación. En principio, los dirigentes sicilianos sólo estaban dispuestos a poner cinco millones sobre la mesa, pero prefirieron no arriesgar e hicieron un nuevo esfuerzo sobre la marcha para asegurarse los servicios del joven centrocampista. El Mallorca, que el pasado verano había pagado 1,8 millones por la contratación del balcánico, veía también cubiertas sus aspiraciones. Y no era para menos. En apenas diez meses multiplicaba por tres la inversión realizada y sus gestores culminaban una jugada espectacular en los despachos.
Bosko Jankovic llegó el pasado 24 de agosto a la Isla como un desconocido, aunque nunca escondió su tratado de intenciones: «Espero hacer un buen papel en dos años con el Mallorca y llegar a jugar en uno de los grandes en España», afirmaba convencido en una de sus primeras intervenciones como mallorquinista. Venía de firmar doce tantos en veintiseis partidos con su anterior equipo, el Estrella Roja de Belgrado, y sabía que, además de contar con las prestaciones necesarias para brillar en la Liga, iba a exhibirse en uno de los mejores escaparates posibles. Debutó en Huelva sólo tres días después de su llegada y ya se sacó de la chistera una asistencia genial que Arango convirtió en el primer tanto del curso. Después, el paso del tiempo fue reforzando su teoría y salió definitivamente del anonimato gracias a su pegada. Pese a que su cuota de participación no fue tan importante como la de otros compañeros -sólo estuvo presente en 28 encuentros, 17 de ellos como titular y unicamente 3 completos-, cerró el ejercicio como el máximo artillero del plantel (9 goles en Liga y 2 en Copa) y como uno de los grandes referentes de la afición. Ahora le tocará vestir de rosa y encandilar a la fogosa hinchada del Renzo Barbera, que ya le espera con los brazos abiertos. La semana que viene será presentado y en menos de un mes estará a las órdenes de Guidolin.