Si el Real Madrid cumple con el deseo de Alvaro Mejía, el defensa madrileño vestirá la camiseta del Real Mallorca las cuatro próximas temporadas. La predisposición que ha mostrado el futbolista madrileño en las últimas horas han allanado la posibilidad de lograr su contratación.
El fichaje de Mejía, de 25 años, se ha convertido en una prioridad para la entidad isleña, que está volcando todos sus esfuerzos en contratar al zaguero madrileño. A pesar de las dificultades que presenta la operación, el club que preside Vicenç Grande esboza un halo de optimismo por el interés que ha mostrado el central en recalar en la Isla. «Nuestro proyecto le atrae y él quiere jugar aquí», comentaban ayer desde la SAD balear, que ni mucho menos han arrojado la toalla para atar la contratación.
Mejía es objeto de deseo de varios clubes. El Wolfsburgo alemán estuvo cerca de lograr su contratación hace varias semanas y en las últimas fechas su nombre se le ha vinculado al recién ascendido Murcia y al Zaragoza. Ante la marcha de Gerard Piqué, que regresa al Manchester United, y el probable traspaso de Milito a la Juventus de Turín, Víctor Fernández ha recomendado el fichaje del central del Real Madrid. De hecho, en tierras aragonesas se daba por hecho a comienzos de la semana que Mejía ya había firmado un contrato de cuatro temporadas y que su presentación se celebraría esta semana. Sin embargo, el Real Mallorca ha realizado un esfuerzo considerable para reconducir la situación.
En las últimas horas, las negociaciones han avanzado en la dirección que desea el Mallorca después de las conversaciones mantenidas en la capital de España entre representantes de ambas entidades. El Real Madrid ya conoce el interés del club balear en hacerse con los servicios del jugador y éste ya ha aceptado la oferta balear. Ahora, el principal foco de discusión estriba en las cantidades que deberá abonar el Mallorca a la entidad blanca para que Mejía vista de rojillo las próximas campañas.
El fichaje del central madridista, además, se encuentra inmerso en el caos que sacude la dirección técnica del Real Madrid tras la destitución de Fabio Capello en la jornada de ayer. Aunque el Mallorca ya ha negociado con el club blanco, éste no quiere desprenderse de ningún futbolista hasta que aterrice el nuevo entrenador, que presumiblemente será el alemán Bernd Schuster. El técnico deberá ser el encargado de decidir las altas y las bajas, una lista que no se confeccionará hasta previsiblemente la próxima semana, una vez se despeje la incógnita que rodea al inquilino del banquillo merengue. Mejía es uno de los nombres que la dirección deportiva acumula en su carpeta de asuntos pendientes. De hecho, el Mallorca ya intentó su contratación la pasada temporada, pero entonces el jugador optó por mantenerse en Madrid a la espera de unas oportunidades que, a la postre, no llegaron como era su deseo. Acabó su ciclo con una tarjeta de nueve partidos, siete de ellos en la primera vuelta.
Gregorio Manzano solicitó su fichaje a la dirección deportiva para reforzar la línea defensiva. La polivalencia de Mejía le permite ocupar indistintamente en el lateral derecho y en el centro de la zaga, una variedad que multiplica los recursos de la zaga isleña.