Sergio Àlvarez|INDIANAPOLIS
Indianápolis, el circuito en el que este fin de semana se disputa el Gran Premio de los Estados Unidos, es el peor lugar para que Fernando Alonso (McLaren-Mercedes) pueda sacarse le espina que le dejó clavada el de Canadá, una carrera en la que su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, le arrebató el liderato del Mundial de Fórmula Uno.
Alonso nunca ha salido satisfecho del circuito de Indianápolis, un trazado que ha visitado en cinco ocasiones y con el quinto puesto del año pasado como mejor resultado. Se trata del único podio que le falta. El bicampeón mundial compitió por primera vez en este legendario circuito en 2001, durante su etapa en Minardi, aunque, encuadrado en un equipo con pocos medios, no pudo terminar la carrera.
Dos años más tarde, tras pasar 2002 como piloto de pruebas de Renualt, Fernando Alonso volvió a abandonar, esta vez por la rotura del motor de su R23 en un momento en el que ocupaba una más que destacada séptima plaza en carrera. En 2004 fue un accidente el que acabó con las esperanzas de Alonso de obtener sus primer buen resultado en Indianápolis. El español abandonó cuando marchaba segundo y tras remontar desde la novena plaza de la parrilla de salida.