Al número uno del mundo le llegó un fuerte aliento desde la grada. Pero a Roger Federer no le valió el masivo calor del público para ganar la segunda final consecutiva de Roland Garros frente al español Rafael Nadal, que contó más apoyo en el palco de autoridades gracias a una delegación encabezada por el príncipe Felipe. Su Alteza Real estuvo acompañado del duque de Lugo, Jaime de Marichalar, de la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, y del presidente de honor del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, entre otras autoridades.
También presenciaron el partido el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, y el presidente de la Federación Española de Tenis, Pedro Muñoz. El presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, que comenzó viendo el partido en el palco presidencial, acompañó más adelante a su esposa María Teresa en el lugar en el que se encontraba la familia de Nadal, donde también se encontraba el jugador de baloncesto Pau Gasol, amigo de Rafa, y el ex tenista Emilio Sánchez Vicario.
Toni Nadal, tío y entrenador de Rafa, su padre y algunos otros miembros de la familia, también presenciaron el encuentro, pero no fueron los únicos mallorquines en las gradas, ya que la esposa del president del Govern en funciones, Maite Areal, asistió desde el palco a la gesta demanacorí. El jugador del Arsenal inglés Thierry Henry estuvo en las gradas, al igual que ex tenistas como el argentino Guillermo Vilas, el francés Henri Laconte, el rumano Ilia Nastase y el español Manolo Santana, que terminó sentado junto al príncipe Felipe.