Jornada grande en el ONO Estadi. Casi diez meses después de su primera aparición sobre el tablado de la Liga, el Mallorca actuará por última vez ante su audiencia favorita. Lo hará con una función gigantesca, sólo difuminada por las que se representarán al mismo tiempo en Barcelona y Zaragoza.
El equipo de Manzano se entrometerá en la carrera por el título más ajustada de los últimos tiempos y pondrá a prueba la solidez de la candidatura menos valorada de la terna de aspirantes, la sevillista. El conjunto hispalense, que arrojará toda su munición sobre el tapete de Son Moix, será el invitado de lujo en la gran fiesta que ha preparado el club para celebrar, otro temporada más, la continuidad entre la flor y nata del fútbol español (ONO Estadi, PPV, 21:00).
Todo está listo para el espectáculo. Aunque Manzano subrayó el jueves que lo único importante a estas alturas es atrapar los tres puntos, la cita parece diseñada para todo lo contrario. El Mallorca ya ha vaciado la carpeta de asuntos pendientes y su única preocupación es que los aficionados se vayan a casa con un buen sabor de boca que les ayude a afrontar el ejercicio que viene con los ánimos renovados. Al mismo tiempo, su evolución será observada con lupa por los grandes del torneo, que no quieren seguir una semana más pendientes del retrovisor.