Óscar González|RIGA
La selección española se encomienda a los goles del asturiano David Villa para lograr en el estadio Skonto de Riga una victoria obligatoria ante Letonia, donde le aguarda una selección en crisis, a la que regresa Aleksandr Starkovs, el técnico que le llevó a la anterior Eurocopa, como una solución de urgencia. Sin Fernando Torres ni Fernando Morientes, será Villa, el máximo goleador español de la Liga, el objetivo último de los ataques del conjunto de Luis Aragonés.
Además, ante un rival que no estará en Austria-Suiza el próximo año, pero que también puede evitar la presencia de alguno de los favoritos del grupo, Aragonés vuelve a confiar en el juego por las bandas. Para eso, ha rehabilitado a Joaquín, que regresa a la selección después de criticar al técnico y ocupará la banda derecha, y entrega el carril opuesto a David Silva, siempre que el centrocampista del Valencia no se resienta de la sobrecarga en los isquiotibiales que le impidió entrenarse con normalidad esta semana.
Para el ataque, el técnico apuesta por Andrés Iniesta como media punta, tanto por su capacidad para dar el último pase a Villa, como por su habilidad para sorprender desde la media distancia. En el caso de que Silva tenga problemas musculares, Iniesta caerá a la banda izquierda y el osasunista Roberto Soldado tendría la oportunidad de debutar en la selección absoluta, como acompañante de Villa.