Partido enorme en el ONO Estadi. El Mallorca más brillante del último trienio recibe en su búnker del Camí dels Reis a un Valencia que se resiste a entregar las armas. La escuadra de Manzano, que no quiere perder la referencia visual de los puestos europeos, aspira a prolongar el estado de euforia en el que vive desde que cruzó la frontera de la segunda vuelta y para conseguirlo, tendrá que sacar del camino a uno de los aspirantes a ocupar el trono de la Liga.
Será además la penúltima ocasión de presenciar in situ a uno de los equipos más forma de la competición, que afronta el fin de semana con el objetivo de elevar más aún el listón de sus últimas actuaciones (ONO Estadi, PPV, 20.00 horas).
El conjunto balear contempla el campeonato desde una nube y no quiere perder su ubicación hasta que los números le obliguen a hacerlo. El equipo se ha acostumbrado a ganar peldaños en cada una de las funciones que protagoniza y tras reforzar su candidatura europea con cuatro victorias consecutivas y un golpe de autoridad tremendo (ganó el pasado domingo en El Sardinero, 1-2), apunta ahora hacia otro rival de prestigio que, sin embargo, tiene motivos para estar preocupado.