G anar en León, con un ambiente hostil y ante un rival que tenía las ideas muy claras, era toda una afronta que pareció posible. Por unos momentos, el Palma Aqua Mágica recordó al que puso en pie Son Moix e ilusionó con la ACB. Pero otra vez el perímetro del cuadro de Aranzana y un segundo cuarto plagado de errores condenaron a los de Ciutat, que claudicaron ante un Climalia en el que Bulfoni hizo de capitán y Quinteros demostró el porqué de sus galones. Una concatenación de balones perdidos (15 en la primera mitad), faltas en ataque y ayudas arbitrales acabaron por echar tierra sobre los celestes, que aparcan su sueño del ascenso y pasan página en una serie que ha devuelto a Mallorca la pasión por el baloncesto. Pero ayer, en el quinto y decisivo encuentro, el Climalia se hizo fuerte en su feudo (85-75) e hizo suya una plaza en las semifinales que le llevará a pujar por la ACB con el otro grande de la LEB: CAI Zaragoza.
Salieron los de Tobalina con la lección bien aprendida. Sabían que de un buen arranque dependía mucho el desenlace de la cita. Ambos equipos optaron por defensas individuales al límite, con Schutte amargando la existencia a Quinteros y Peterson haciendo lo propio con Roe. El Palma carburaba en ataque. Buenos bloqueos, continuaciones y juego rápido eran los argumentos de los baleares, que con un triple de Lewis ponían tierra de por medio (2-5). El intercambio de canastas fue frenético, como el partido en sí. Pero Bernabé avisó de que no iba a ser fácil ganar en León (10-9). Pese a ello, reaccionó el Palma de la mano de un Massie que fue pescando balones bajo el tablero. El rebote era la cuenta pendiente del Climalia y eso lo aprovechó un Aqua Mágica que alcanó una máxima de cinco (12-17 minuto 7). Entre Quinteros y Bulfoni se encargaron de devolver el equilibrio y el mando en el electrónico. Un 10-0 (22-17) ponía contra las cuerdas a un Palma que echaba mano de Sala en la dirección.
El guión de los dos primeros partidos se repitió, pero lo hizo antes de tiempo. Fue en un segundo cuarto en el que una salida en tromba del León con tres triples de Bernabé, Dumas y Bulfoni (32-21) dejó herido al Palma, que no volvió a ser el mismo y apareció a fogonazos en el segundo parcial en el que Otegui se convirtió en el mejor aliado de Tobalina y los suyos que no contaban con el balance ofensivo de Peterson y la ausencia en la estadística de un Roe otra vez fuera del encuentro. Al descanso, las cosas se habían puesto cuesta arriba (43-31), pero quedaba tiempo para rectificar. Veinte minutos para ilusionar y buscar prolongar el sueño de la ACB.