Pedro Mas Sampol (Palma, 1974) ha aprovechado los dos días libres que le han concedido a la tripulación de Desafío Español para volver a la Isla. El proa mallorquín del equipo de Agustín Zulueta relata la experiencia que esta viviendo en Valencia y la satisfacción tras haberse clasificado para las semifinales de la Copa Louis Vuitton. El regatista balear confía en seguir prolongando el sueño aunque confiesa que eNew Zeland es el favorito. Pedro Mas se inició en el deporte de la vela tarde -con 11 años- pero los buenos resultados conseguidos desde el inicio le hicieron tomar la decisión de dejar el fútbol -jugaba en el San Cayetano- para centrarse en las regatas. Fue campeón de España de 420 y formó parte del equipo olímpico de 420 para Barcelona'92. Allí conoció a Jordi Calafat, que fue el que le introdujo en los cruceros. Su experiencia a bordo deBreitling y deCaixa Galicia le permitieron conocer a muchos regatistas participantes en la Copa América, entre ellos a Agustín Zulueta, director general deDesafío Españo.
«Antes trabajaba como informatico en una agencia de viajes -explica Pedro Mas- y ademas navegaba. Era insostenible porque tenía que pedir días libres, recuperar horas. Cuando conocí a mi mujer (Mercedes) nos lo planteamos y apostamos por la vela (hace siete años). Le dije a Agustín (Zulueta) que me gustaría formar parte del proyecto y un día me llamaron para que fuera a Valencia. Vivimos una semana en un hotel mientras encontramos una casa de alquiler. De eso hace dos años».
En estos dos años, Pedro Mas vive vela las 24 horas del día. «Casi todos los regatistas vivimos en la misma zona, una zona nueva cerca del puerto. Desde que sales de casa con la bici siempre estas rodeado de regatistas. Nos pasamos diez o doce horas entrenando y planificando con el equipo y luego bajas al bar y te sigues encontrando regatistas de los distintos equipos. Es lógico porque los equipos modestos tienen ochenta o noventa personas, mas todas sus familias». El regatista mallorquín asegura que «he aprendido mucho durante estos dos años. Normalmente no tienes acceso a la tecnología que se maneja en la Copa América. En la base tenemos velería, ingenieros, podemos trabajar con los cabos, las velas, tenemos un barco de pruebas, a la Universidad de Zaragoza que nos ayuda. Podemos investigar cualquier cosa que nos parezca interesante. He aprendido mas que en muchos años anteriores».