Las malas condiciones climatológicas marcaron el inicio de la trigesimoctava edición del Trofeo Princesa Sofía-Mapfre. Cuatro clases (Finn, 470 F y Neil Pryde RS:X M y F) tuvieron que quedarse en tierra debido al viento inestable y rolón que reinaba en la bahía de Palma. El mallorquín Manu Weiler revalidó su triunfo en la clase cruceros tras el descalabro del 'Iscomar' de Toni Pons.
Casi novecientos barcos se hicieron al mar con una predicción de embat, que al final sólo hizo acto de presencia tímida y momentáneamente, para volver a caer y dejar a casi toda la bahía sin viento. La mayoría de las clases sólo pudieron completar una prueba, muy complicada, y en la que los cinco mejores del mundo de cada clase no se lucieron. Los hermanos Arturo y Federico Alonso son los españoles mejor clasificados por el momento del Trofeo Princesa Sofía.
Son primeros de la clase 49er, que cuenta con 80 participantes, empatados con otras dos tripulaciones: los también hermanos, daneses, Peter y Soren Hansen, y los británicos Stevie Morrisson y Ben Rhodes (cuartos de la clasificación mundial). Esta clase sólo pudo completar una prueba, y al dividirse la flota en tres grupos las posiciones se triplican.