F.Fernández
Todas las quinielas miraban hacia Sergi Escobar. Campeón del mundo y medallista olímpico, el de la Terra Ferma jugaba en casa, pero la competencia era elevada. El alemán Robert Bartko era la alternativa al corredor del Grupo Nicolás Mateos, que salió con fuerza en las clasificatorias, en las que el germano era el crono de referencia, aunque a medida que la cota de los 4.000 metros se aproximaba, el fuelle de Escobar se iba agotando.
Y de paso, un Toni Tauler soberbio, regular y constante, iba recortando terreno sobre el campeón de España. Por detrás, la progresión del británico Bradley Wiggins no dejaba a nadie indiferente. Tanto que en los tres mil metros (3:17.029), era quien mandaba.
En la recta final, Escobar pagó caro el esfuerzo inicial y se cayó de la final por el oro. Y lo hizo por apenas 14 milésimas, ya que Sergi paró el crono en 4:20.501 y Bartko lo hizo en 4:20.487. Un margen escaso y maldito para el español, que se debía conformar con pujar por la plata con su amigo Toni Tauler, cuarto con 4:22.795. Los dos mejores especialistas del país mostraban una diferencia de poco más de dos segundos en favor del catalán.