Miquel Alzamora
Aragonés en estado puro. Así se exhibió ayer frente a más de un centenar de informadores ávidos de titulares y conscientes de que Luis es más Luis que nunca cuando se aproximan citas como la de esta noche y además si de por medio surgen asuntos internos -casos Torres y filtraciones de grupo- que no hacen sino aumentar el interés mediático que rodea al seleccionador y a su mundo.
En el Palma Arena, Aragonés se mostró desafiante, vehemente, caliente, firme y también poco explícito, dejando mucho para la interpretación. Él es así y en la Isla se le conoce sobradamente tras sus dos etapas al frente del equipo mallorquinista. El de Hortaleza negó haber recibido críticas de sus futbolistas por los cambios realizados el sábado en el partido disputado frente a Dinamarca y por haber personificado en hombres como Xabi Alonso.
«El equipo está unido», aseguró. «Después de no jugar bien era más fácil decir que lo que interesaba era el resultado, pero me gusta decir la verdad y habría sido importante haber podido rematar el partido», manifestó el seleccionador español. El partido frente a Islandia casi quedó en segundo plano.