El feudo del Mallorca ha dejado de ser eChollo Estadi. Le ha costado, pero el conjunto bermellón se ha hecho fuerte en su centro de operaciones y en las cuatro últimas actuaciones como local ha recopilado el material necesario para reforzar los cimientos de la permanencia. El grupo que dirige Gregorio Manzano suma ya cuatro victorias consecutivas en la Isla y puede presumir de ser la escuadra más regular del campeonato como local en su segunda vuelta. De hecho, es el único equipo de la Liga que cuenta por victorias todas sus intervenciones en casa y ha mejorado los registros de todos los grandes una vez rebasado la línea divisoria del torneo.
La visita del Recreativo del pasado 28 de enero marcó un punto de inflexión en la ruta del Mallorca por la competición. El equipo balear, que sólo siete días antes había tocado fondo tras conectar su tercera derrota consecutiva en el ONO Estadi, superó al cuadro onubense (2-1) con una buena actuación y levantó la vista de forma sorprendente, ya que hasta ese momento unicamente había celebrado una victoria ante sus aficionados y ésta se había escenificado cuatro meses antes (Espanyol, 1-0).
Póquer de lujo
El póquer de triunfos consolida al Mallorca como el cojunto local más potente del segundo ciclo de la Liga. Los doce puntos acumulados desde el pasado mes de enero superan ampliamente los diez conseguidos por Barcelona, Racing, Sevilla y Zaragoza o los nueve amasados por Valencia y Recreativo en el mismo número de partidos. Desde esa tarde, el público bermellón está disfrutando de una de las series más brillantes del Mallorca en la cima del fútbol español. Después de liquidar a los de Marcelino García Toral, los insulares agotaron los argumentos de Zaragoza (2-1), Levante (3-1) y Betis (2-0) e igualaron una de las mejores marcas establecidas por Luis Aragonés en la campaña 2000-01. Bajo la tutela del hoy seleccionador nacional se enlazaron hasta cuatro victorias seguidas en los primeros meses de campeonato -las víctimas fueron Racing de Santander (2-1), Barcelona (2-0), Numancia (2-1) y Villarreal (2-1)- y se superó en el epílogo de la competición con un répoquer de victorias - Las Palmas (2-1), Zaragoza (2-1), Celta de Vigo (2-0), Rayo Vallecano (4-0) y Oviedo (4-2)- que le proporcionaron el segundo billete para la Liga de Campeones de toda su historia.
El Mallorca de Manzano tendrá la ocasión de ponerse a esa misma altura el próximo 8 de abril. Los rojillos recibirán en el recinto del Camí dels Reis al Getafe de Bernd Schuster y si ganan redondearán unos números de ensueño que le permitirían blindar su continuidad en la máxima categoría. Aún así, el balance más destacado de toda su historia como local refleja seis victorias consecutivas en la capital balear, aunque también es cierto que se consiguió a caballo entre dos temporadas (1960-61 y 1961-62).
El suculento botín le ha transportado de nuevo a la superficie y está ya a varios metros de la zona más peligrosa de la tabla, pero un inesperado cambio de hábitos le ha impedido sellar una salvación que a día de hoy podría ser casi matemática. Y es que desafortunadamente, la racha trazada en la capital balear coincide con una de las más negras a domicilio, y presenta un aspecto totalmente opuesto. El Mallorca ha sido incapaz de arañar un solo punto en todos los desplazamientos de la segunda fase de la competición (Deportivo, Espanyol, Villarreal y Real Sociedad) y tiende a debilitarse cada vez que se sube a bordo de un avión.
Mejorar
Esa falta de confianza ha lastrado su rendimiento a lo largo del último mes y medio y se presenta ahora como uno de los males a subsanar de manera más urgente. En cualquier caso, el panorama para el equipo de Manzano es más favorable que nunca. El atasco que se ha formado en el sótano de la clasificación se ha ido agravando poco a poco y lo ha hecho de forma muy especial para equipos como Celta o Athletic de Bilbao, que están ya un par de peldaños por debajo de los mallorquinistas. Las próximas semanas, y sobre todo los enfrentamientos directos que se registrarán de ahora en adelante servirán de termómetro a una competición que se va enredando por momentos. Por lo menos, el Mallorca ya ha recuperado el pulso y da la sensación de que si sabe administrar la ventaja que tiene en su poder disfrutará de un plácido final de campaña.