F.Fernández / A.Orfila
El segundo ciclo de Joan Rubert Maura al frente de los destinos del Drac Inca puede tener los días contados si el histórico dirigente y fundador de la entidad de referencia de la ciudad y la comarca acepta la «invitación» que le ha realizado Pere Rotger. El alcalde de la capital de es Raiguer tiene en mente el nombre de Rubert de cara a un futuro equipo de Gobierno en el Consistorio, del que forma parte desde hace dos legislaturas, situándose en la actualidad y hasta el final del presente mandato, al frente del área de Serveis i Promoció, además de ostentar el cargo de Teniente de Alcalde y haber desempeñado otras funciones en anteriores períodos del mandato de Rotger, quien desea que Rubert se dedique de manera exclusiva a sus obligaciones dentro del equipo de Gobierno, refrendando de esta manera su confianza en un personaje imprescindible dentro de la historia del Bàsquet Inca y del deporte de la canasta en la Isla.
Las intenciones de Pere Rotger pueden hacer cambiar el rumbo de la historia en el club con sede en el Palau d'Esports, ya que si Rubert acepta el ofrecimiento planteado con el primer edil, deberá finiquitar su mandato y ceder la presidencia por segunda vez, dejando de ocupar un cargo en la primera línea de la entidad. Todo hace pensar que Rubert dará luz verde a la proposición del alcalde, con lo que se abriría una nueva etapa en el seno de un Inca que perdería al que ha sido su punto de referencia en los despachos durante cerca de dos décadas, aunque su concurso dentro de la directiva podría seguir estando activo.
Si Rubert abandona la presidencia del Drac Inca, sería la segunda vez que el mandatario renuncia a su cargo, ya que entre la temporada 1999/2000 y buena parte del curso 2003/04, fue Sebastià Penya quien ostento ese privilegio, aunque Rubert seguía implicado de manera directa desde la vicepresidencia. Penya alegó «motivos personales» para devolverle el testigo al hasta ahora presidente en una campaña complicada, y que culminó con el descenso a LEB-2 (frente al Ourense, 2-3) pocos meses después del relevo en una cúpula directiva que siempre ha tenido en Rubert a su buque insignia y a un incansable trabajador.