Javier García-Ochoa|MELBOURNE
Mañana se inicia el mundial de Fórmula Uno con las sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia, con muchas novedades pero con el mismo favorito, Fernando Alonso (McLaren-Mercedes), que ha cambiado de escudería pero no los pronósticos. Después de dos títulos mundiales consecutivos Fernando Alonso afronta un mundial lleno de incógnitas que comenzarán a despejarse una vez comiencen los coches a rodar en la pista de Albert Park, pero se presenta con los deberes hechos, con un coche competitivo, rápido y fiable.
Ahora hay que comprobar si los Ferrari del brasileño Felipe Massa y del finlandés Kimi Raikkonen son tan rápidos como parecen en las pruebas que han realizado hasta ahora, si su departamento táctico no se ha resentido con la marcha del británicos Ross Brawn y si la nueva regla, aprobada hace tan sólo diez días, de tener que utilizar los dos tipos de neumáticos, uno duro y otro blando, en carrera influye mucho o no en el resultado final.
Al frente de un equipo en el que sus opiniones son mas tenidas en cuenta que en Renault, Fernando Alonso, que gestiona las carreras como ningún otro piloto, puede lograr en este Gran Premio de Australia su primera su primera victoria para Vodafone-Maclaren, lo que daría una importante inyección de moral al equipo.