La plantilla del Mallorca ha cerrado filas en torno al vestuario de la ciudad deportiva. El objetivo es retomar cuanto antes la senda de la victoria y apagar el incendio desatado tras el patinazo sufrido en Riazor el pasado fin de semana. Con la amenaza del descenso planeando de nuevo sobre la caseta, el equipo de Manzano necesita rebelarse contra el destino en el ONO Estadi e hilvanar su segunda victoria consecutiva en casa para amortiguar los efectos de la última actualización de la tabla. Los jugadores lo tienen muy claro y aseguran que no van a perdonar la ocasión de asomar la cabeza, aunque el equipo sólo ha logrado enlazar dos resultados positivos como local en una ocasión a lo largo de las dos últimas campañas. Curiosamente, la última vez que eso sucedió fue a finales del curso pasado, con el campeonato resuelto y el Zaragoza en la otra orilla.
Uno de los más interesados en el que el grupo recupere el nivel correcto es Ariel Ibagaza. El centrocampista argentino se he convertido en una pieza imprescindible para el conjunto bermellón gracias a su trabajo en la mediapunta y está deseando que el Mallorca vuelva a ser el de comienzo de Liga para ahorrarse el sufrimiento de las últimas temporadas: «Estamos a un punto del descenso y debemos estar todos preparados para sacar esta situación adelante. Nos quedan diecisiete partidos y si no reaccionamos, la cosa se pondrá muy difícil», reconoce eCaño. El sudamericano recordó que lo prioritario en estos momentos cerrar la puerta del ONO Estadi para que no se sigan escapando tantos puntos como hasta ahora: «Estamos muy mal en nuestro estadio y ésa es nuestra realidad. Debemos sumar muchos puntos en casa y cuanto antes logremos los cuarenta y pico puntos que nos hacen falta para llegar e la permanencia, mejor para todos», apuntaba. Ibagaza añadía además que «queda mucho tiempo por delante y hay plantilla para sacar esto adelante».
El problema de la falta de definición tampoco pasa desapercibido para el mediapunta del Mallorca. Pese a su clarividencia y su facilidad para desequilibrar la balanza, el argentino no está teniendo tantas facilidades para conectar con el ataque como en otras campañas. En cualquier caso, cree que la responsabilidad de anotar debería repartirse entre todo el once y que lo único importante es seguir sumando, con independencia de los tantos que se consigan. «Falta gol, está claro, pero hay más obsesión por los puntos», advierte. «Necesitamos entrar tranquilos en los últimos metros y que todos hagamos lo posinble. Los jugadores de todas las líneas debemos hacer goles».