Rafael Nadal y Fernando González buscarán hoy su paso a las semifinales del Open de Australia por primera vez, aunque en el caso del bicampeón de Roland Garros, su sueño de jugar con la luz del sol será de nuevo imposible. El partido se disputará a las 19:30 hora local (09:30 hora española) y será el quinto de este año en Melbourne en el que el tenista mallorquín no podrá disfrutar del calor ni de la luz natural. El de Manacor ha sido enclaustrado este año en las pistas cubiertas bien por la lluvia, o en la sesión nocturna. No ha visto el sol apenas, y así ha tenido que reconducir sus horarios, irse a la cama muy tarde y levantarse al día siguiente, casi cuando los demás ya habían almorzado. Será el cuarto duelo contra González, un jugador al que Nadal reconoce su cambio para bien. «Está más calmado, sigue teniendo una gran derecha y un gran saque», dijo el jugador manacorí, que ha cedido en dos de las tres ocasiones contra el de Santiago, aunque la última en Roma el año pasado, sobre tierra cayó de su lado. Las victorias del tenista chileno sobre el mallorquín se produjeron en 2003 y 2004 cuando todavía no había explotado un Nadal que ha superado a todos los tenistas sudamericanos con los que se ha enfrentado desde que en 2005 Gastón Gaudio le superar en los cuartos de final del torneo de Buenos Aires.
Los dos además acaban de completar todos los cuartos de final del Grand Slam y el que gane se enfrentará al vencedor del duelo entre el alemán Tommy Haas y el ruso Nikolay Davydenko, al que ya superó Nadal en el Masters de Shanghai. Rafael Nadal dedicó la jornada de ayer a descansar. Se levantó a las tres de la tarde y ni siquiera se acercó a Melbourne Park a entrenarse. Lo hizo en una de las pistas de su hotel situado al margen del río Yarra. «Rafa tendrá descanso y un poco de actividad por la tarde, y a esperar que se recupere para mañana porque el cansancio fue notorio», dijo Toni Nadal, su tío y entrenador que calificó la actuación de su sobrino contra el escocés Andy Murray de mediana. «Muy bien en cuanto a lucha, pero en cuanto a golpes, Murray fue bastante superior, con velocidad y con el desparpajo de Rafael hace dos años, y Rafa estuvo un tanto defensivo», dijo Toni.
«La realidad es que cuando se viene a un Grand Slam siempre se tiene miedo a hacer un mal papel, sobre todo si tienes las dudas típicas de mal juego. Ahora esperas confirmar un buen torneo si ganas a González, y si no, no lo habrás hecho mal. El objetivo no está cumplido porque es el máximo», comentó el preparador manacorí. «Hay que aguantar los tiros duros, y ser duro de cabeza también porque el partido puede ser largo. Intentar jugar con una seguridad y que no te apabullen con sus golpes», predijo el técnico. Los buenos deseos de Tommy Robredo tropezaron ante el tenis inabordable del suizo Roger Federer, que con una victoria por 6-3, 7-6 (2) y 7-5 apartó de su camino al español y se colocó en las semifinales del Abierto de Australia.