Manzano tiene un dilema que ilumina a la portería. Las dudas del entrenador del Mallorca se han extendido hasta la demarcación menos adecuada para las rotaciones. La idea inicial del técnico jienense era la de alinear a Miquel Angel Moyà el próximo domingo en Sevilla. Sin embargo, el error cometido por el portero binissalemer el miércoles pasado, en el encuentro copero frente al Deportivo, en el primer tanto, ha empujado de nuevo a la cábala al entrenador andaluz. Hoy por hoy, nadie se atreve a asegurar el inquilino de la puerta en la cita del Ramón Sánchez Pizjuán: Toni Prats, perseguido por el infortunio en las últimas citas ligueras, o Miquel Angel Moyà, cuyo defectuoso despeje le entregó el 0-1 en bandeja a Adrián.
La dureza de la semana ha golpeado a ambos guardametas. El pasado domingo, Prats firmó su peor actuación con la camiseta mallorquinista. Para rematar su pésima faena, egabellí se encaró con un sector del público. Entonces, llegó la Copa y Manzano optó por recurrir al portero que había defendido la meta en la eliminatoria anterior, ante el Athletic. Después de un primer tiempo aceptable, con un par de intervenciones prodigiosas, el internacional sub-21 cometió un error al despejer sin convicción un balón colgado y entregarle el cuero a Adrián, que empujó a la red.