Miquel Alzamora
El Mallorca se asoma otra vez a la Copa del Rey en la eliminatoria de octavos de final que le enfrentará al Deportivo de La Coruña (ONO Estadi/20:00 h). La competición del KO, lejos de presentarse como un relámpago más en mitad de la tormenta, es, al menos en la previa, un bálsamo en el que ahogar las penas de la Liga. El grupo de Manzano, a priori y echando mano de la lógica, debe aparecer esta noche sobre el césped de Son Moix herido en su amor propio y con ganas de demostrar que tienen más calidad y muchos más recursos que los exhibidos estos últimos cuatro partidos de Liga. La Copa siempre ha sido una competición que gusta en la Isla y el Mallorca es un equipo con tradición en esta competición. Tres finales -una de ellas ganada- avala la especial atracción que inflinge esta competición en el seno del club balear. No obstante, el equipo bermellón llega a estos octavos en horas bajas, con serios problemas de identidad y con excesivos problemas puramente futbolísticos. Manzano dio a entender ayer que la gran mayoría de problemas están localizados y ahora resta lo más difícil: ponerles solución. Hoy el equipo que saltará al césped ofrecerá cambios significativos en relación al equipo que jugó el pasado domingo. El entrenador andaluz mezclará futbolistas con pocos minutos -Tuni, Dorado o Héctor- con otros más habituales, aunque aventurar un posible once es arriesgar en exceso.
Uno de los actores principales de esta función copera será Diego Tristán. No está confirmada su titularidad, pero su condición de exdeportivista debe ser un valor añadido para dotar a esta eliminatoria de mayor atracción. Con Diego en el campo y especialmente motivado, el Mallorca pretende encauzar el camino hacia cuartos intentando sacar un resultado que le permita afrontar la vuelta en Riazor dentro de una semana con opciones de seguir adelante en la competición del KO. El Deportivo afronta la eliminatoria después de ganar al Real Madrid en Coruña. Sin embargo, los de Caparrós no tienen un dulce transitar por el campeonato regular. Metidos en problemas dentro y fuera de su terreno de juego, llegan a Palma con el cartel de equipo «asequible». La estrella a día de hoy es Juan Carlos Valerón, aunque el grupo en sí tiene a un líder claro y éste no es otro que su entrenador.
Joaquín Caparrós sigue trabajando para trasladar su personalidad al equipo y en esto empeña toda su labor. Hoy Valeron no será titular, pero tendrá minutos, y al igual que el Mallorca, jugadores no habituales intentarán reivindicarse ante el preparador andaluz. Los dos equipos que esta noche se enfrentarán tienen urgencias importantes, aunque el Deportivo viene algo más aliviado tras la victoria ante el once de Capello. La incógnita será saber qué Mallorca y qué Deportivo podrán ver los espectadores que acudirán hoy al ONO Estadi. Ésta es, a su vez, otro de los misterios a desvelar: ¿Cuánta gente irá al campo? El club confía en la respuesta del mallorquinismo, pero ni la hora es buena ni tampoco el ambiente es el mejor, aunque desde la entidad balear se hace un llamamiento generalizado para intentar que el equipo esté lo más arropado posible en un choque como el de hoy.