Efe|BRUSELAS
El Anderlecht recibe esta noche al AEK de Atenas, dirigido por el técnico mallorquín Llorenç Serra Ferrer, en la última jornada del grupo H de la Liga de Campeones con la opción para el equipo griego de pasar a octavos de final y para el belga el consuelo de jugar la Copa de la UEFA. Eliminado ya matemáticamente de la Champions, el campeón belga intentará terminar tercero del grupo para clasificarse para la segunda máxima competición continental. Para lograr este objetivo, tendrá que ganar al AEK depobler Serra y esperar una victoria del Milán, primero del grupo, frente al Lille. Por su parte, el AEK ha encadenado dos triunfos consecutivos después de encadenar 21 derrotas seguidas, con lo que se ha situado segundo del grupo H con un punto de ventaja sobre el Lille.
De esta forma, al club heleno le basta con hacer lo mismo que al galo ante el Milán, si bien su entrenador, el balear Llorenç Serra Ferrer, ha dicho que van a por el triunfo para no depender de nadie. Muy decepcionante en su último partido de la liga belga frente al Beveren (1-1), el Anderlecht atraviesa un momento difícil. «Si no ganamos al AEK Atenas, estaremos en crisis» advirtió Bart Goor, el veterano capitán del club. Para este encuentro, el entrenador belga Franky Vercauteren tiene muchas dudas. El delantero argentino Nicolás Frutos está restablecido de su lesión pero le falta fondo físico para jugar los 90 minutos. Su compatriota Lucas Biglia acusa un gran cansancio, mientras los medios Hassan y Boussoufa no acaban de convencer.
Serra Ferrer ha confirmado que el defensa Traianos Dellas no podrá reponerse de su lesión. El triunfo por 1-0 ante el Milán hace dos semanas ha dado grandes esperanzas al AEK de clasificarse. De nuevo el autor del gol fue el brasileño Julio Cesar, al transformar en el minuto 32 un lanzamiento de falta. La buena actuación del portero del AEK, el italiano Stefano Sorrentino, fue clave para conservar la ventaja. Esta fue la primera y única derrota del Milán en el grupo, y la primera fuera de casa en siete partidos. A pesar de perder, los italianos consiguieron asegurar con holgura el primer puesto del Grupo H de la Liga de Campeones. Para Serra Ferrer supone un reto personal, después de no poder cumplir el objetivo de llegar a octavos de final en su anterior participación, entonces al frente del Real Betis, con el que debutó en la máxima competición europea de clubes hace dos temporadas.