Miquel Alzamora
El Celta de Vigo de Fernando Vázquez es el tercer mejor equipo fuera de su estadio, sólo superado por el Real Madrid y el Barcelona. Los gallegos han sumado 13 puntos a domicilio, los mismos que el Barça. El equipo madridista ha logrado 15 en los seis partidos disputados lejos de su estadio. En el capítulo goleador, el Celta ha marcado 8 tantos, 14 el Barcelona y 13 el Madrid. El conjunto de Balaídos está lejos de sus inmediatos rivales en el capítulo goleador, pero rentabiliza muy bien los tantos que consigue. Ganó en Tarragona (1-2), en San Mamés (0-1), en el Bernabéu (1-2) y ante el Deportivo (0-1). Empató en Santander (1-1) y sólo perdió ante el Espanyol (2-1).
Son números que, como mínimo, inflingen respeto a los rivales y el Mallorca no es una excepción. Sin embargo, en su terreno de juego flojea en exceso hasta el punto que es de los cuatro peores equipos, con cuatro derrotas, un empate y una victoria. El cambio de jugar en Vigo a hacerlo fuera de casa es enorme y tampoco tiene una explicación lógica. El fin de semana pasada empató a uno frente al Zaragoza, pero pudo haber perdido perfectamente ya que el conjunto maño desaprovechó claras acciones de gol.
El Celta apoya su bloque desde detrás, con un Pinto que en la portería se ha convertido en insustituible y que es el claro referente de la línea defensiva. Las bajas han mermado sensiblemente el resto de zonas del campo, De Ridder, Lucas, Lequi, Pablo García, Núñez y Guayre, están lesionados, pero aún así el equipo de Vázquez exhibe un fuerte potencial. Oubiña, Iriney y Nené en la zona de creación y Canobbio y sobre todo Baiano delante hacen que, al menos fuera de casa, el Celta no vea disminuidas sus opciones de triunfo.