Caso cerrado. Leonardo Nicolás Pisculichi (Rafael Castillo, Argentina, 1984) es desde anoche futbolista del Al-Arabi. El centrocampista argentino rubricó su nuevo contrato con el club árabe tras una intensa jornada de negociaciones y se desvinculó oficialmente de la disciplina del Mallorca después de vestir la elástica rojilla durante los últimos once meses. La operación estuvo a punto de truncarse a última hora después de que la entidad qatarí rechazara algunas de las condiciones que se habían pactado durante la fase inicial de la operación, pero las dos partes llegaron a un acuerdo cuando todo parecía acabado y el argentino ha pasado a formar parte de la historia de la sociedad anónima isleña. Piscu tenía practicamente apalabrado el traspaso desde la semana pasada, aunque un inesperado atasco en las negociaciones le hizo plantearse muy seriamente la posibilidad de volver hoy mismo a la Isla para reincorporarse al vestuario de Manzano a partir de mañana. El pase parecía encarrilado desde la semana pasada, justo después de que los dirigentes del Al-Arabi oficializasen una suculenta oferta por el mediapunta y pusieran sobre la mesa 3,6 millones de euros. El club bermellón aceptó la propuesta y el jugador se desplazó a Doha a finales de la semana pasada para negociar las condiciones de su nuevo contrato. Tras varios días de intensas conversaciones, el panorama se fue aclarando y el futbolista superó con éxito la revisión médica pertinente. Sólo restaba que los dos clubes pulieran los últimos detalles del proceso y que se plasmara todo en el contrato. Pere Terrassa y Nando Pons viajaron a la capital de Qatar para perfilar el trato, pero el primero tuvo que volver a Malorca después de sufrir un percance personal y el peso de las negociaciones recayó sobre el secretario técnico. Todo parecía a punto de caramelo, pero la postura dubitativa de los dirigentes árabes en algunas cuestiones llenó el fichaje de interrogantes. Afortunadamente para las tres partes, el futbolista argentino acabó firmando y se comprometió con el conjunto qatarí para los próximos tres años y medio tras reportarle al Mallorca unos 3,6 millones de euros, de los cuales, Argentinos Juniors recibirá un pequeño porcentaje en concepto de derechos de formación.
El paso de Pisculichi por Mallorca ha sido fugaz pero productivo. El sudamericano aterrizó en Ciutat tras la apertura del mercado invernal del pasado mes de enero y después de rechazar una atractiva oferta del Independiente de Avellaneda, que fue durante unos días el gran rival de los baleares en la carrera por su fichaje. Al final, Vicenç Grande pagó 2,6 millones de euros a Argentinos Juniors y se aseguró una contratación que acabó siendo clave a la hora de asegurar la permanencia.El de Rafael Castillo se instaló en el club cuando el primer equipo pasaba por una delicada situación deportiva, pero él contribuyó a reflotar el grupo. Sus primeros minutos en la Liga los disputó en La Romareda y bajo la tutela de Héctor Cúper. El técnico le hizo debutar cuando el partido ya estaba entregado y necesitó otras tres semanas para volver a aparecer por el equipo. Fue titular en la visita a Anoeta y marcó allí su primer tanto en Europa, aunque no pudo evitar la caída del técnico y el inicio de una nueva etapa con Gregorio Manzano.