Amador Pons (Shanghai)
Roger Federer es de otro planeta. El tenista suizo ofreció ayer su última exhibición de la temporada y se impuso en la final de la Copa Masters de Shanghai a James Blake por un contundente 6-0, 6-3 y 6-4. El número uno del mundo sumó el duodécimo título del curso y rubricó el mejor año de su carrera. El jugador helvético se ha erigido como el mejor de la historia al batir el récord de puntos en la clasificación ATP. Con un tenis tremendamente plástico, Roger Federer se ha paseado este año por las pistas de tenis.
Ha jugado 16 finales de los 17 torneos que ha disputado durante el año y sólo ha perdido cinco partidos (cuatro ante Nadal en las finales de Dubai, TMS de Montecarlo, TMS de Roma y Roland Garros; y uno ante Murray, segunda ronda del TMS de Cincinnati). Su concurso en los Grand Slams ha sido prácticamente perfecto. Se ha alzado con el Open de Australia, Wimbledon y el US Open, y fue finalista en Roland Garros. Ayer consiguió poner la guinda con su triunfo en la Copa Masters, donde se reúnen las ocho mejores raquetas del mundo y donde logró cinco victorias y ninguna derrota.
Roger Federer es el tenista total. Se adapta a la perfección a todas las superficies y este curso se ha convertido en una apisonadora. Sólo en el transcurso de la temporada de tierra batida ha sido inferior a otro jugador. Rafael Nadal le ha impedido cerrar un año perfecto, aunque el suizo ya está considerado por muchos como el mejor jugador de todos los tiempos. Aunque sólo haya ganado nueve títulos del Grand Slam y esté lejos de los catorce que ganó Pete Sampras, Roger Federer pasará a la historia como el jugador que más puntos ganó en una temporada.