Llega una nueva edición del partido del siglo, aunque probablemente demasiado pronto. El mallorquín Rafael Nadal y el suizo Roger Federer se miden hoy (19.00 horas en China, 12.00 horas en España) en busca del primer pasaporte para la final de la Copa Masters. Será el sexto enfrentamiento del año entre los dos mejores jugadores del mundo, la novena vez que se ven las caras. Los partidos entre el mallorquín y el suizo están marcados por el espectáculo y por los buenos resultados que cosecha normalmente el balear. Nadal se ha convertido en el único jugador que gana con regularidad a Federer, hasta el punto de convertirse en su bestia negra. Volverá a ser un choque apasionante aunque las condiciones favorecen ligeramente al número uno.
Roger Federer se ha convertido en el jugador de la historia que más puntos ha sumado en una temporada. Su curso 2006 es sobresaliente. Ha ganado el Open de Australia, Wimbledon y el US Open y ha sido finalista en Roland Garros. Lleva once títulos en total y ha disputado 15 finales en 16 torneos y sólo ha perdido este año cinco partidos. Son números impresionantes, pero que también descubren un dato esperanzador. Cuatro de esas cinco derrotas se las ha inflingido Rafael Nadal -la otra fue en la segunda ronda del TMS de Cincinnati ante Andy Murray-, todas en finales.
El gran inconveniente de Rafael Nadal para ser número uno del mundo es precisamente que Roger Federer sólo pierde con el mallorquín. Todos los otros grandes jugadores parecen haber perdido la fe en ellos mismos cuando se encuentran al suizo al otro lado de la red e incluso le dejan escapar vivo cuando tienen tres pelotas de partido, como le ocurrió a Andy Roddick el pasado martes.
A Rafael Nadal no le suele pasar. Este año le ha ganado en las finales del torneo de Dubai, de los Masters Series de Montecarlo y Roma, y en Roland Garros. Y sólo perdió en Wimbledon. Sus enfrentamientos están marcados por la superioridad incontestable de Nadal sobre tierra batida y en el dominio que ejerce Federer sobre hierba.