Fernando Fernández
Cuatro derrotas en los últimos cinco partidos no han alterado el gesto de un Àngel González Jareño que ni pierde los papeles ni va a renunciar a su manual de vuelo. Tampoco se ha alterado el nivel de exigencia del técnico madrileño del Palma Aqua Mágica, que vuelve a salir al paso y recuerda que «no se va a reforzar el equipo, por el momento, y si se hace, tendrá que venir un jugador de categoría contrastada. No buscamos a nadie y menos cuando a Pacreu le tendremos en dos semanas», ante los comentarios que hablan de un posible refuerzo para el plantel de Son Moix. Las lesiones y los problemas físicos (Miller, Pacreu, Lewis, Massie, Sala...), unidos a los escasos recursos llegados desde un Playa Park también azotado en su enfermería, han mermado la calidad de los entrenamientos «y eso se ha reflejado en los partidos», admite el inquilino del banquillo del Palau, quien pasa página tras el tropiezo frente al Cantabria (71-72) y sólo tiene en mente la cita del sábado (18:30 horas) en Lugo. Allí aguarda un Breogán tocado en la clasificación (3-6), no muy lejos de los mallorquines (5-4), que no tienen otro objeto que vencer y recuperar sus mejores sensaciones sobre el parqué, «dónde se ganan los partidos».
Sobre el futuro, y los dos partidos claves ante Leche Río Breogán y Drac Inca, no tardó en subrayar que «todos son difíciles e importantes, pero para mí esta semana va a ser clave, porque va a ser la primera vez en mucho tiempo que tenemos a nueve jugadores, más Nahuel Calvo. Ya podemos entrenar y hacer cinco contra cinco con una cierta calidad. Sin entrenar todos juntos, es difícil trabajar y por consiguiente mejorar».