Fernando Castán|VALENCIA
Una caída del italiano Valentino Rossi en la vuelta quinta del Gran Premio de la Comunidad Valenciana le dio el título de campeón del mundo al estadounidense Nicky Hayden.
Si el último gran premio, el de Portugal, tuvo un desarrollo y un resultado inesperados, el de hoy tampoco le fue a la zaga. Todo estaba previsto para que Rossi sumará su octavo título de campeón del mundo y sólo él falló. Esta vez no fue el motor de la Yamaha, como en los Estados Unidos o Francia, ni un neumático como en China. Esta vez falló el ser humano.
Rossi había hecho el mejor tiempo en los entrenamientos oficiales, pero salió muy mal e, incluso, se tocó con Hayden que le adelantó por su izquierda mostrándole que nada iba a impedir su triunfo. Probablemente verse atrás con el americano peleando delante le descentró.
Mientras, el australiano Troy Bayliss (Ducati), campeón del mundo de superbikes y que estuvo tres años en MotoGP, se situaba en la primera posición que no abandonaría hasta ver la bandera de cuadros sobre la línea de meta.
Tras el australiano se colocó su compañero de equipo, el italiano Loris Capirossi, seguido de Dani Pedrosa y del propio Hayden, y Rossi.
El español superó a la segunda Ducati en la primera vuelta y el australiano Casey Stoner a Rossi relegando a la sexta plaza al hasta ayer campeón del mundo.
En la quinta vuelta, la misma en la que Pedrosa tiró al suelo a Hayden, iba a ser de nuevo maldita, pero esta vez la maldición iba a ser para el transalpino de Yamaba, que en la curva que lleva el nombre del australiano Michael Doohan, dominador del campeonato en la década de los noventa y al que ayer iba a superar en el número de títulos de la categoría reina, se iba al suelo al abrir gas.
Practicamente, la prueba finalizaba en ese giro. Aunque sí alguien es capaz de recortar 24 segundos, un segundo por vuelta, es Rossi, ayer era demasiado y había mucha gente por medio.
Valentino volvió sobre su moto, y Bayliss, fortísimo, lideraba un grupo de siete pilotos con Hayden, el italiano Marco Melandri (Honda), Capirossi, Pedrosa, Stoner, el australiano Chris Vermeulen (Suzuki) y el japonés Shinya Nakano (Kawasaki) detrás.
Rossi comenzó a recortar, pero más por las caídas del francés Randy de Puniet (Kawasaki) y de Vermeulen que por su propio ritmo de carrera. Y Hayden veía en la pizarra «Rossi P-20», que el italiano era vigésimo, y aflojaba el ritmo renunciando a pelear con la Ducati de Loris.
En la 23ª vuelta, el italiano ganó un puesto al retirarse Stoner, pero la misión era ya imposible y la alegría para Hayden.