Miquel Alzamora
El Real Mallorca ha pagado una elevada factura por los tres puntos que se llevó del Ciudad de Valencia. De entrada, Gregorio Manzano pierde durante tres semanas a Antoni Lluís Adrover, Tuni. El de Sóller sufre una rotura fibrilar de grado 1 en el bíceps femoral derecho que le obligará a estar, como mínimo, tres semanas alejado de los terrenos de juego.
A la desgracia de Tuni hay que añadir la herida contusa que Guillermo Pereyra sufre en el cuero cabelludo y que obligó a situarle en la zona afectada siete puntos de sutura. El centrocampista sufrió la herida poco antes de llegar al final de la primera parte en el campo del Levante, pero continuó jugando con un fuerte vendaje y en el descanso le aplicaron siete puntos de sutura con los que siguió sobre el césped durante todo el segundo periodo.
Este es el «parte de guerra» de un partido donde se sumaron tres puntos de oro con vista al más inmediato presente ya que, de ganar ante la Real Sociedad, se dará un salto importante en esta fase de la temporada. Sin embargo, la baja de Tuni es un problema, aunque tiene solución ya que la plantilla extensa con la que trabaja Manzano le ofrece garantías suficientes para evitar que se note cualquiera de las ausencias que pueda haber, sobre todo, en el centro del campo.