Fernando Fernández
Con cincuenta puntos en juego (Estoril y Cheste) y veintisiete de desventaja sobre Jorge Lorenzo, al italiano Andrea Dovizioso se le agota el crédito el tiempo para arrebatarle la corona al 48. A nueve días para la gran cita de Portugal, en la que a Jorge le basta con quedar por delante de «Dovi» y por detrás a partir del quinto puesto para ser campeón del mundo, el piloto de Honda se rinde y deja ver que lo tiene muy complicado para invertir una dinámica que empezó a descender tras la victoria -la única del curso- de Andrea en Montmeló.
Diez «poles», ocho victorias y un liderato sólido han catapultado a lo más alto al líder del Fortuna Aprilia, que ha logrado minar la moral de su más inmediato perseguidor con actuaciones como la remontada de Motegi. Tanto que Andrea se ha sincerado, en declaraciones a la web oficial del Munial de MotoGP, confesando que a su Honda «le ha faltado caballos de potencia. La diferencia ha estado allí, ya que la Aprilia ha dado un gran paso adelante en relación a la pasada temporada, y además, ha contado con un piloto (Jorge Lorenzo) más constante».
El portador del 34 en el carenado de su Honda 250 ha definido como «muy positiva la temporada, aunque podría haber conseguido algo más, pero no me reprocho nada». La clave para arrojar la toalla radica en la gira asiática, en la que Lorenzo ha aumentado de manera notable su margen respecto a Dovizioso. «Sabía que las carreras transoceánicas iban a ser complicadas, y tenía especial confianza en Motegi, donde la Honda siempre había rodado bien, pero el balance no ha sido nada positivo. Partía con el objetivo de recuperar puntos y en cambio, los he perdido», explica.