Protagonista directo de los tres goles del Real Mallorca, Bosko Jankovic (Belgrado, 1984) apenas ha necesitado un centenar de minutos para cautivar a la hinchada y ratificar la buena sintonía del futbolistas balcánico en la Isla, una lista cercana a la veintena que inauguró Kustudic a inicios de los 80. Su volea del pasado domingo ante el Villarreal en el ONO Estadi no sirvió para amarrar ningún punto, pero sí para darse a conocer. Ese golazo, que salvando las distancias guarda cierta similitud con el que anotó el madridista Zidane en la final de Glasgow de 2002 por la posición del cuerpo, la distancia y la pierna, la zurda, ha situado a Janko en la pasarela de la Liga. El serbio, que ayer se incorporó a la concentración de la selección sub-21 de su país, ha conectado con la grada gracias a su potencia, talento y recorrido.
Apenas el campeonato ha cruzado su primer mes y Jankovic ya puede presumir de una tarjeta notable. Después de asistir a Arango, en Huelva, y a Maxi López, en casa frente al Espanyol, el serbio inauguró su cuenta en su primer partido como titular. Fijado como segundo punta en el primer tiempo y escorado a la diestra tras el retoque de Manzano, Bosko selló el 1-2 al sacar a paseo su zurda. Fue un tanto que convocó a la esperanza, pero que a la postre no sirvió de nada. Firmado del Estrella Roja a finales de agosto por 1'8 millones de euros, Jankovic firmó un contrato de cinco temporadas.
Delantero en la sub-21 que quedó recientemente subcampeona de Europa en Portugal y centrocampista ofensivo en el Estrella Roja, su aspecto desaliñado, su 1'84 metros, le confieren maneras de ariete: dispara bien con ambas piernas y tiene un notable juego aéreo. Aunque todavía no ha debutado con la absoluta, el nuevo seleccionador, el español Javier Clemente, le tiene anotado en su lista de futuribles de cara a los próximos compromisos. Formado en la cantera de Estrella Roja, se estrenó en Primera con apenas 19 años. Su presidente, Dzajic, una de las leyendas del fútbol balcánico, le mandó al equipo de su pueblo natal, el UB Jendistvo, para que madurara con las patadas de Segunda División. Y lo consiguió con creces. Jankovic se ejercitaba con Estrella Roja, pero los domingos se hinchaba a marcar goles con el UB. Se proclamó mejor realizador de la categoría y regresó al club de Belgrado por la puerta grande. Conocido con el sobrenombre de «la mariposa», la pasada campaña contribuyó con 12 goles al título de Liga conseguido por el conjunto de Belgrado y abandonó su club después de anotar 24 goles en 70 partidos.