Fernando Fernández
De sobras es conocida la afición de Jorge Lorenzo por atesorar récords de precocidad. El Mundial de 2006 en el cuarto de litro, el que le puede llevar al olimpo del motociclismo con su primer entorchado, le servirá para pulverizar otras marcas. No podrá ser el más joven en ganar un Gran Premio en la categoría. Dani Pedrosa y Alan Carter le superan, pero en Jerez (18 años y 326 días) se consolidó como el tercero de la nómina. Tiene en su haber el de piloto más joven en debutar en el Campeonato del Mundo (15 años y 1 día, Jerez 2002) y ser el español más joven y el segundo de todos los tiempos en ganar una carrera (16 años y 139 días, Brasil 2003) o ser el más prematuro en puntuar (15 años y 43 días, Catalunya 2002). Es la «pole» más joven de 250 (18 años y 32 días, Mugello 2005), entre otros méritos. A la espera de la cita de Estoril (15 de octubre), Lorenzo llega con el título en el bolsillo. Debe quedar por delante de Andrea Dovizioso o detrás de él a partir del cuarto puesto.
Su gran temporada, con ocho victorias (Jerez, Qatar, Italia, Holanda, Gran Bretaña, República Checa, Malasia y Australia) y once podios en total (dos terceros en Alemania y Japón y un segundo puesto en Montmeló), le ha servido a la vez para ayudar a Aprilia a recuperar el cetro mundial de marcas después de dos campañas de dominio abrumador de Honda. Así, la factoría de Noale cubre el primero de sus objetivos y adhiere a su nómina la sexta corona, que deja al proyecto capitaneado por Giampiero Sacchi todavía lejos de Honda y Yamaha. No se acaban aquí las metas de Lorenzo, que sueña con hacer realidad el objetivo de ser campeón del mundo dentro de trece días en el Gran Premio de Portugal, pero que bajo la manga de guarda otros ases de categoría.