Carlos Román|KÖSSEN
Antoni Prats Servera (Capdepera, 1971) es uno de los jugadores con más galones del vestuario del Real Mallorca. El cancerbero isleño, con más de 300 partidos en Primera a sus espaldas, disfruta de una segunda juventud en las filas del conjunto rojillo y encara la temporada 2006-07 con el deseo de abrochar una carrera llena de grandes momentos. El gabellí, que por ahora se limita a pensar a corto plazo, trabaja estos días para recuperar el estado de forma que le erigió en uno de los grandes artífices de la permanencia y aunque se perfila como uno de los nuevos capitanes de la plantilla, prefiere pasar desapercibido en el colectivo y esperar a que sus compañeros le respalden de forma mayoritaria, algo que seguramente harán durante los próximos días.
La marcha de jugadores veteranos como Iuliano o Fernando Niño o la de futbolistas tan representativos como Cortés y Campano ha dejado a Prats al frente del plantel y eso le otorga un papel clave de cara la próxima campaña. El ex bético es el que tiene mayor recorrido del plantel y sobre él va reposar una carga importante de responsabilidad que le obligará a ser uno de líderes del Mallorca sobre el terreno de juego.
Tanto él, como Guillermo Pereyra, Tuni y Ballesteros serán los nuevos portavoces del grupo y aunque de momento no le quita el sueño, reconoce que la idea le atrae de manera especial: «Yo siempre he dicho que estoy aquí para aportar mi experiencia y si se decide que tengo que ser uno de los capitanes de la plantilla lo asumiré con toda la responsabilidad», apunta. «Todo lo que sea sumar siempre te hace una ilusión especial. Yo ya lo fui en el Betis y en mi primera etapa en el Mallorca. Sé de lo que se trata».