Carlos Román (Kössen)
El Mallorca pretende elevar el listón de la pretemporada con el segundo amistoso de su concentración austriaca. Los de Manzano se enfrentan esta tarde (18.30 horas) en la ciudad de Leogang a otro conjunto alemán, el TSG Hoffenheim, y tratarán de definir las nuevas coordenadas en un partido que se prevé algo más intenso que el que inauguró la gira tirolesa. El técnico andaluz dispondrá de otros noventa de oro para ir engrasando la maquinaria y conocer los límites del grupo, que el pasado jueves se exhibió en su primera pachanga preparatoria.
Aunque el adversario del debut no planteó una sola dificultad y se entregó de lleno a las primeras de cambio, hoy los baleares se toparán con un equipo más profesionalizado que milita en una categoría equivalente a la Segunda división B española y que seguramente provocará un esfuerzo mayor entre los futbolistas concentrados. Para el técnico será una buena manera de empezar a tomar referencias y de ver el comportamiento de ciertos jugadores a los que todavía no ha podido evaluar en condiciones de partido.
Las internadas de Varela, la sobriedad de Dorado, el liderazgo de Jordi López o la pegada de Maxi se someterán a un test mucho más fiable en el que también será interesante observar la evolución de los jóvenes que el pasado jueves tomaron la alternativa. Todo hace indicar que Manzano volverá a repartir minutos entre todos los miembros de la plantilla y que el único que no participará será el guardameta Gerardo Rubio, que se recupera de una lesión en el dedo.