Amador Pons|LONDRES
¿Otra vez tú? se preguntará mañana Roger Federer cuando vea a Rafael Nadal al otro lado de la red. El tenista mallorquín se ha empeñado en ser uno de los mejores de la historia y no para de cruzarse en el camino del suizo. El número uno del mundo ya vio como hace tres semanas el jugador de Manacor le impedía completar su Grand Slam (sólo le falta por ganar Roland Garros) y ahora puede cortar su exitosa trayectoria en Wimbledon (ha ganado las tres últimas ediciones). Va a ser un duelo entre las dos mejores raquetas del momento, y, aunque vaya a disputarse en la superficie en la que hay más diferencia (a priori Federer es muy superior sobre hierba), se prevé un choque tremendo. Será el octavo encuentro entre ellos. Por ahora gana Nadal 6-1.
Roger Federer es una apisonadora sobre hierba. Acumula ya 47 victorias consecutivas sobre esta superficie y en la primera ronda de Wimbledon batió el récord que poseía Bjorn Borg. Ha ganado las tres últimas ediciones en el All England Club y ha llegado a su cuarta final sin ceder ni un solo set, y contra rivales de mucha entidad. Ayer, en las semifinales, destrozó a Jonas Bjorkman. El sueco se llevó un severo correctivo (6-2, 6-0 y 6-2) porque el número uno del mundo comenzaba a sentir el aliento de Nadal y lo pagó con el veterano Bjorkman.
Y es que pese al increíble récord de Roger Federer sobre hierba, ni los expertos han podido esquivar las dudas. El suizo se bloquea cuando juega contra Rafael Nadal. El mallorquín consigue acorralarle en el revés y fuerza que el partido viva continuamente situaciones al límite. El número uno termina por entregarse y el de Manacor acaba saliendo vencedor. De hecho, el balance de los enfrentamientos entre Federer y Nadal es esclarecedor: siete partidos disputados, seis triunfos del mallorquín y una victoria del suizo.