Bartomeu Llompart Coll (Inca, 1944) recibió ayer un merecido homenaje popular por parte de su ciudad natal en el que se vio reconocida su extensa trayectoria como futbolista de élite. El ex jugador y hasta hace sólo unas semanas entrenador del Mallorca B estuvo arropado por familiares, amigos y antiguos compañeros de profesión, en un acto que se saldó con una gran cena al aire libre que sirvió para estrechar aún más los lazos existentes entre el técnico y la capital de Es Raiguer.
Llompart recibió una serie de visitas muy especiales como las de Marcial, Oviedo, Lico y Julián Mir, con los que compartió vestuario durante su etapa en las filas del Elche, o la de Pere Rotger, alcalde de Inca y presidente del Parlament, que no quiso perderse la ofrenda que se le hizo a su ilustre paisano.
Como jugador, Llompart se crió en el seno del Constància aunque el mejor momento de su carrera lo vivió en el Elche, con el que jugaría once temporadas en Primera división y otras tres en Segunda. Uno de esos instantes mágicos tuvo lugar en 1969, cuando el conjunto ilicitano se enfrentó al Athletic en la final de la Copa que conquistó el cuadro vizcaíno. Después de colgar las botas, en 1977, Llompart inició una carrera en los banquillos que ha transcurrido casi de forma íntegra en el Real Mallorca. Su mayor logro fue culminar el último ascenso del equipo a Primera división (1997).