Efe|DORTMUND
El seleccionador español, Luis Aragonés, afirmó que ayer se levantó «enfadado pero con la conciencia tranquila», después de la derrota contra Francia en octavos (3-1) y subrayó que no ha cambiado su postura, insinuando que dimitirá al no haber alcanzado su objetivo de superar los cuartos de final. «Me he levantado con el enfado propio de no haber llegado a donde uno quería, pero con la conciencia tranquila. Como máximo responsable tengo la preocupación de no haber conseguido los logros que buscábamos», declaró en el aeropuerto de Dortmund poco antes de emprender viaje de regreso a Madrid.
Aragonés seguirá trabajando en los banquillos en cualquier caso. «Voy a seguir entrenando, lo que no sé es dónde. Depende de muchas cosas. Es cuestión de ver como se quieren hacer las cosas, pero no quiero hablar de eso ahora. Lo único que importa es que nos han echado del Mundial». El técnico insistió en que «se han hecho cosas buenas y cosas menos buenas» y en que no ha cambiado su discurso respecto a su futuro en el cargo.