Efe|BARCELONA
Jorge Lorenzo, piloto mallorquín de 250 centímetros cúbicos, afronta con serenidad el Gran Premio de Catalunya que este fin de semana se disputará en el circuito de Montmeló, dando prioridad a obtener una buena puntuación por encima de la posibilidad de hacerse con el liderato de la categoría. El mallorquín espera «sumar los máximos puntos» en Montmeló «sin pensar demasiado en el liderato», en manos del italiano Andrea Dovizioso. Para salir de Cataluña como líder, Lorenzo está obligado a ganar y que su máximo rival no supere el undécimo puesto.
«Lo importante es intentar ser campeón al final de la temporada», apunta Lorenzo, «y por eso creo que me viene bien tantas carreras seguidas», en alusión a los grandes premios de Holanda y Gran Bretaña que sucederán al de Montmeló. Piloto agresivo y valiente, Lorenzo parece encarar con mayor serenidad el Gran Premio de Catalunya, y también la con la ilusión de correr en casa. «Siempre sabe mejor ganar en España. En Jerez, por ejemplo, viví uno de los días más felices de mi vida», al ganar la primera prueba del campeonato.
Después de sus dos caídas y de su victoria en Mugello, Lorenzo reconoce que uno de los puntos básicos de su estrategia es «aprender de los errores». «Pero la gente debe apoyar a los pilotos en los buenos y malos momentos, porque para sacar los errores ya estamos nosotros mismos», apostilló. El argentino Sebastián Porto, del equipo Repsol Honda de 250, ha puesto fin a su carrera como piloto por falta de entendimiento con su motocicleta, según explicó durante una conferencia de prensa que ofreció en el Circuito de Montmeló.