Tolo Jaume|PARÍS
Rafael Nadal se mostró muy satisfecho tras la consecución de su segundo Roland Garros consecutivo y mantuvo su discurso realista pese a seguir batiendo registros que van camino de eclipsar la excelsa trayectoria de Roger Federer, que en la rueda de prensa posterior a la final no podía ocultar su enfado ante la oportunidad perdida de haber completado el Grand Slam y haber conseguido su primera Copa de los Mosqueteros.
En sus primeras declaraciones tras el partido, el tenista mallorquín explicó que «la victoria de este año es más especial porque el final de la temporada pasada fue difícil por culpa de una lesión y la verdad es que es un sueño ganar al número uno del mundo y conseguir otro Grand Slam cuando en enero no me lo podía imaginar».
El bicampeón de la Copa de los Mosqueteros situó las claves del duelo ante el jugador suizo en el 0-2 del segundo set y analizó que «hay un momento importante en el tercero con el marcador 1-3 y 40 para él en el que tuve un poco de suerte a partir del que fui mejorando». Además, también añadió que «empecé un poco nervioso y él no hacía cosas muy especiales. Luego me dio la oportunidad y la aproveché cuando conseguí más confianza situándome 0-2 en el segundo set siendo más agresivo con la derecha sobre su revés.