Adrián R. Huber|MÚNICH
«Pelé» y la modelo alemana Claudia Schiffer, así como los campeones vivos que asistieron, brillaron en la Inauguración del Mundial de Alemania, que mezcló tradición y modernidad. El futurista WM Arena fue el escenario del aperitivo del primer partido. La FIFA decidió invitar a la misma a todos los campeones mundiales vivos, entre los que destacó Pelé; al igual que el uruguayo Alcides Edgardo Ghiggia, protagonista en primera persona del «Maracanazo». La Ceremonia, dirigida por Christian Stueckl, se centró en la tradición y las costumbres bávaras, al principio; y acabó con un espectáculo más moderno, con la actuación deviejo rockero alemán Herbert Groenemeyer, que interpretó el himno del torneo y de la banda berlinesa de «hip-hop» Seeed.
Exactamente 1.441 días después de que Cafú, capitán de Brasil, levantase la Copa del Mundo en Yokohama (Japón) después de que su selección derrotase (2-0) a Alemania en la final del Mundial de Corea y Japón, el balón comenzó de nuevo a rodar en el mayor evento deportivo internacional junto a los Juegos Olímpicos.
Uno de los puntos álgidos fue la salida de 150 «Schuhplatters», los bailarines tradicionales bávaros que palmean sus muslos, pantorrillas y las suelas de sus zapatos. Cientos de cencerros sonaron entre las varas de paja de las que salieron posteriormente bailarines de «hip-hop» que marcaron el punto de inflexión del acto en el aspecto cultural y artístico.
Pero el momento más emocionante fue, sin duda, el de la entrada de los campeones mundiales. Al mismo tiempo que en las pantallas aparecían las imágenes de los torneos en los que se proclamaron campeones, hicieron su entrada los de Inglaterra (1966), Francia (98), Uruguay (1930 y 1950) y Argentina (1978 y 1986). Entraron después los triples campeones, Italia (1934, 38 y 82) y Alemania (1954, 74 y 90), especialmente vitoreados; para cerrar este laureado desfile los de Brasil, única pentacampeona: 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002 y vigente defensora del título por el que pujarán 32 selecciones.