Paseando por los Campos Elíseos Carlos Moyà sigue siendo un deportista reconocido. Su rostro continúa resultando familiar para el gran público, pero los organizadores de Roland Garros llevaban tres años ninguneando al campeón de 1998. Hoy, el tenista mallorquín regresa a la pista Philippe Chatrier, el templo del tenis sobre tierra batida, escenario donde sumó el título más importante de su carrera. Se han cumplido ocho años desde que Carlos Moyà hiciera historia. El tenista balear iniciaba su camino hacia el número uno del mundo (lo alcanzó en marzo de 1999) levantando la Copa de los Mosqueteros en 1998. Coronarse en la pista Philippe Chatrier le valió el calificativo de mejor jugador sobre tierra batida. Un año después, estuvo cerca de revalidar su título, pero un Andre Agassi que perseguía completar su Grand Slam particular le detuvo en semifinales.
Desde entonces, las actuaciones de Carlos Moyà han sido discretas, hasta el punto que la organización de Roland Garros ha terminado por programar sus partidos lejos de la central. No llegó a caer en el anonimato como Juan Carlos Ferrero, aunque lo cierto es que sus partidos se producían en la pista Suzanne Lenglen (la segunda en importancia) o en la pista 1 (también conocida como la plaza de toros, la tercera en importancia). Hacía casi tres años que Carlos Moyà no disputaba ningún partido en la pista central. Desde que eliminara en segunda ronda de la edición de 2003 al australiano Mark Philippoussis, Carlos Moyà no ha disputado ningún partido en la central. Porque en los siguientes partidos de ese año (perdió en cuartos de final ante Martín Verkerk) jugó en la pista 1 o en la Lenglen, y ningún de sus encuentros de 2004 ni de 2005 se han celebrado en la central.
Este año, Carlos Moyà disputó su partido de primera ronda ante Juan Antonio Marín en la pista 1, aunque la organización ha vuelto a pensar en él para abrir la jornada en la pista central. El mallorquín, Maria Sharapova, David Nalbandián (y Richard Gasquet) y Venus Williams, serán los protagonistas en la Philippe Chatrier. Carlos Moyà vuelve a ser respetado en Roland Garros, algo que puede ser un presagio. El jugador mallorquín no es de los que hablan gratuitamente y lleva unas semanas advirtiendo que su nivel no tiene nada que envidiarle a nadie. Ha explicado que la mayoría de sus malos resultados este año se deben al hecho de haber perdido su condición de cabeza de serie y tener que enfrentarse con los mejores jugadores en las primeras rondas. Lo cierto es que pese al descalabro del Conde de Godó, Rafael Nadal y James Blake han sido los que han frenado a Moyà en las citas importantes de la temporada sobre tierra batida.