Amador Pons|PARÍS
Hoy es el día. Rafael Nadal busca convertirse en el jugador que más partidos ha ganado de forma consecutiva sobre tierra batida. 53 partidos después, el mallorquín se encuentra con Robin Soderling (cuarto turno de la pista central, entre las cuatro y las cinco de la tarde aproximadamente). Es un duelo desequilibrado claramente a favor del balear, aunque puede resultar incómodo por el tenis del sueco. Se trata del primer escollo de la reconquista de París. Porque más allá del récord, el objetivo de Nadal es volver a levantar la Copa de los Mosqueteros.
Después de ver los problemas que tuvo Roger Federer para superar a Diego Hartfield, algo así como el hermano pequeño de Gastón Gaudio, Rafael Nadal es consciente de que en el tenis actual no hay rivales pequeños y de que va a tener que saltar a la pista muy concentrado para doblegar a Soderling. El número uno del mundo necesitó más de dos horas y media para superar la primera ronda y Nadal no quiere sufrir tanto en su estreno en la capital francesa.
Llega Rafael Nadal a París después de mostrar una superioridad sobre tierra batida insultante. El año pasado ganó ocho torneos en arcilla y esta temporada ha ganado todos los partidos que ha disputado sobre polvo de ladrillo. Montecarlo, Conde de Godó y Roma. Nadie le ha podido ganar, ni siquiera el número uno del mundo, Roger Federer, que ha doblado la rodilla en las finales de los Masters Series de Mónaco e Italia.