Tolo Jaume
Los extremos de la tabla centran el interés de la trigésimo octava jornada en el grupo balear de Tercera División. El Mallorca B pone hoy a prueba su fiabilidad en el Lluís Sitjar ante el Alaior con la oportunidad de recuperar momentáneamente la primera plaza, ya que mañana la Peña rinde visita al Constància con la difícil empresa de retener el liderato en un feudo tradicionalmente comprometido. Otros aspirantes a instalarse en las posiciones que dan acceso a disputar las eliminatorias de ascenso juegan esta tarde con la meta de meter presión al Sporting, que recibe mañana al Santanyí. El Ferriolense visita hoy al Binissalem y el Eivissa aspira a recortar su desventaja respecto a los hombres de Seligrat superando al Ciutadella. Si la pugna por la zona noble de la tabla se presume apasionante, no le va a la zaga el interés que suscitan los enfrentamientos por la salvación.
El duelo más agónico de la jornada en la zona baja de la tabla clasificatoria será el que enfrente mañana al Arenal y al Platges de Calvià en Son Verí. Los locales parten como colistas y un partido más que su rival, por lo que una victoria suya aumentaría el atasco por eludir las plazas de descenso. Bajo los mismos parámetros juega esta tarde en Ca'n Maiol el Sóller ante el Collerense y lo hará mañana la Soledat, que visita a un Poblense que podría meterse en problemas si los palmesanos suman los tres puntos.
También acucian las urgencias al Felanitx, que está necesitado de una victoria ante el Vilafranca. Los inquilinos de Es Torrentó han entrado de lleno en la carrera por abandonar los puestos de peligro y precisan los tres puntos para evitar que su estancia en Tercera se haya convertido en un viaje de ida y vuelta a la Regional Preferente. Descansa el Manacor y Montuïri y Margaritense cruzan sus trayectorias en Es Revolt en un duelo en el que ambos contendientes tienen la oportunidad de jugar liberados de presión.