Una vez digerido el gazapo del pasado sábado ante el Alavés, el Mallorca ha vuelto a arremangarse para centrarse en su compromiso más inminente: Osasuna. El conjunto navarro, que hasta ahora había interpretado el papel del equipo relevación de la temporada, empieza a desvanecerse y llegará a Palma con la gasolina justa para seguir peleando por sostenerse entre la realeza de la Liga. A simple vista, podría parecer una confrontación entre dos equipos a la baja, pero tanto como uno como otro necesitan los puntos para acercarse sus objetivos y la palabra «final» volverá a predominar en una semana que se prevé otra vez muy acelerada. El Mallorca lleva tres semanas consecutivas sumando, pero a su vez colecciona otras cuatro alejado del triunfo que empiezan a ser todo un lastre para el vestuario rojillo. El equipo ha acentuado además su déficit ofensivo y aunque ha sellado todas las grietas de su defensa, carece de la fuerza de la que presumía hace sólo unas semanas y protagoniza un bajón evidente. Manzano lo sabe y ayer reunió a los jugadores que fueron titulares frente al Alavés para analizar, con la ayuda del video, todos los errores cometidos ante los vitorianos. En esa sesión, que tuvo como escenario la sala de prensa de Son Bibiloni y que se prolongó por espacio de dos horas, el de Bailén incidió sobre todo en la falta de puntería de sus hombres y a tenor de las caras que se vieron a la salida, el entrenador apretó las tuercas de la caseta y le dio un toque de atención por el bajo rendimiento de las últimas jornadas. Hoy, ya recuperados del esfuerzo del fin de semana, los futbolistas volverán al césped para empezar a preparar el encuentro del próximo domingo.
En esta ocasión, los baleares se las verán con un Osasuna perfectamente posicionado en la clasificación que sin embargo, ha levantado el pie del acelerador y ha reducido la intensidad de su juego. Sólo así se entiende que un Málaga deprimido extrajera el domingo un punto del Reyno de Navarra o que el Getafe le goleara de forma escandalosa hace algunas semanas. No obstante, los navarros mantienen la calma y su técnico, Javier Aguirre, reconocía ayer que era el principal responsable del último tropiezo del equipo, pero que están capacitados para recuperar su mejor nivel frente al Mallorca.
La pista de atletismo de Son Moix acogerá la sexta entrega del pulso entre los técnicos de Mallorca y Osasuna, que se vieron por primera vez las caras este mismo estadio hace ahora tres temporadas. En aquella ocasión fue Manzano el que se impuso por un cómodo 2-0 -con goles de Etoo y Àlvaro Novo- que le permitió cobrar ventaja en el duelo. Luego, en el partido de la segunda vuelta, el andaluz volvió a arañarle un punto al mexicano (0-0), que tuvo que esperar hasta la temporada siguiente para lograr su primera y única victoria sobre su colega. El Osasuna se impuso en El Sadar al Atlético (1-0) y empató después en el choque del Calderón (1-1). La temporada pasada se vieron por última vez las caras en La Romareda y el preparador mallorquinista volvió a ganarle la partida al osasunista por mismo el resultado que presidió su primer cara a cara: 2-0.