La cuenta atrás hacia el partido contra el Alavés arrancó en el mismo momento en el que Rodríguez Santiago señaló el final del encuentro en San Mamés, pero no fue hasta ayer cuando los jugadores y el cuerpo técnico regresaron al trabajo con la mente puesta en el trascendental encuentro del sábado. Todos los estamentos del club tienen marcado en rojo el partido y en la Ciudad Deportiva Antonio Asensio el aroma a final impregna todos los comentarios. Una victoria de los rojillos les permitiría poner tierra de por medio respecto a los puestos que abocan al descenso, por lo que el único mensaje que discurre por los pasillos de Son Bibiloni y que se ha instalado en el seno del vestuario es el de la victoria. Sumar tres puntos para multiplicar el valor de los empates cosechados y no dejar escapar vivo a ningún otro rival directo son las premisas sobre las que Manzano sustenta la preparación de los suyos de cara al trascendental choque.
El Espanyol consiguió salir indemne de su desplazamiento a tierras mallorquinas y el colegiado impidió que los rojillos noquearan al Athletic cuando lo tenían contra las cuerdas, pero la plantilla no contempla la posibilidad de seguir posponiendo un ascenso en la tabla que se ha visto frenado en las ultimas tres jornadas por dos empates y una derrota. Por este motivo y ante la dificultad que entraña atraer a la masa mallorquinista a Son Moix en un horario (18:00) poco habitual las referencias al partido de la última jornada de la temporada pasada son inevitables. La visita del Real Betis al estadio de Son Moix con los isleños con un pie en Segunda tras una remontada espectacular en el tramo final del campeonato significó el último lleno que ha registrado el estadio municipal, por lo que revivir el espíritu de aquel día se ha convertido en una de las piezas básicas para dotar al choque de la trascendencia que merece. El margen de maniobra se ha estrechado para ambos contendientes y se nota.
Manzano dialogó ayer con los jugadores sobre el campo de entrenamiento y posteriomente se pudo asistir a una sesión preparatoria en la que el buen ambiente fue la nota predominante. La comunión en el interior del vestuario es absoluta y este aspecto representa el punto de partida para conseguir salvar la categoría. Bien es cierto que los números son mejores que los del pasado curso a estas alturas del campeonato, pero también lo es que los invitados a la carrera por la salvación son sobre el papel de mayor entidad. Con el Málaga casi desahuciado y el Cádiz ejerciendo de equilibrista, la batalla por eludir la tercera plaza que parece por decidir cuenta con equipos del potencial y la historia del Athletic, el Espanyol o la Real Sociedad, entre otros. El descenso no entiende de cachés como ya le sucediera al Atlético de Madrid, el Celta o el Oviedo, así que los bermellones no pueden seguir retrasando un triunfo que además les permitiría retener el gol average, algo fundamental en estas condiciones.