El vestuario del Real Mallorca está mentalizado. Los jugadores de Manzano saben que el sábado está en juego buena parte de la salvación, pero quieren trasladar su mensaje a la afición. Pereyra y Nunes confían en la respuesta de la hinchada mallorquinistas, a la que solicitan el respaldo necesario para tumbar al Alavés. Después de varias jornadas hablando de finales, el plantel está convencido que la de este sábado es la final y así lo dijo uno de los capitanes del equipo, Guillermo Pereyra, que analizó que «llevamos varias semanas hablando de lo mismo y es verdad porqe hasta el final todo son finales. La plantilla lo siente de esta manera y sale a jugar cada partido como tal. En casa sería importante ganar para despegar del fondo y creo que los partidos que nos quedan en Son Moix son los que nos darán la salvación».
Sin duda, cualquier referencia a un ambiente propicio se traslada al partido ante el Betis de la última jornada del pasado curso y el centrocampista argentino cree que «desde ya necesitamos a la gente y contamos con el apoyo del público. En nuestro estadio nos tenemos que hacer fuertes y necesitamos de todo: estar bien y que la afición nos aliente». Además, también añadió que «ojalá que la gente se vuelque y trate de repetir lo del día del Betis. Será difícil porque fue un espectáculo, pero ojalá sea un ambiente parecido». En la misma línea se manifestó el portugués Nunes, que tras el entrenamiento matinal de los rojillos valoró que «es muy importante tener el cariño de la afición en un partido importante y ante el Alavés es un elemento vital para ganar el partido». El defensa luso tomó como referencias dos ambientes muy característicos en Primera y los puso como ejemplos a seguir para lograr el resultado deseado: «El porcentaje de importancia de la afición es muy alto porque en los últimos encuentros hemos visitado al Sevilla y al Bilbao y hemos visto como sus aficiones aprietan mucho y me gustaría ver lo mismo aquí».
Pereyra asegura que aún quedan finales como en el pasado ejercicio, aunque también es cierto que hay diferencias sustanciales: «El año pasado a estas alturas estábamos a muchos puntos y no dependíamos de nosotros, mientras que este año sí dependemos de nosotros mismos y al equipo se le ve más sólido en todos los sentidos. En nueve jornadas hemos perdido un partido y el año pasado no teníamos esta regularidad». Ninguno de los dos futbolistas que ayer acudieron a la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio quisieron realizar ninguna crítica hacia la labor arbitral que en las últimas jornadas ha perjudicado al Real Mallorca. Pereyra se limitó a pedir justicia mientras Nunes afirmó que en Portugal sucede lo mismo con los árbitros.