ZENIT 1: Malafeev; Anyukov, Skrtel, Krizanac, Mares; Radimov, Vlasov, Sirl, Hyun Young Min; Poskus y Kerzhakov.
Cambios: Trifonov por Sirl y Kozanov por Hyun Young Min.
SEVILLA 1: Palop; Aitor Ocio, Javi Navarro, Escudé, David Castedo; Daniel Alves, Maresca, Martí, Adriano; Jesús Navas y Luis Fabiano.
Cambios: Renato por Maresca, Jesuli por Adriano y Kepa por Luis Fabiano.
Àrbitro: Stefano Farina. Expulsó con roja directa al visitante Kepa Blanco (m.65) por enfrentarse a un rival tras su gol, y al local Krizanac (m.68) por una fuerte entrada a Maresca. Además, amonestó a Alves y Luis Fabiano.
Goles:
1-0, min.50 Hyun Young Min.
1-1, min.63 Kepa.
Efe|SAN PETERSBURGO
El Sevilla cumplió con el sacrificado trámite de la vuelta de
cuartos e hizo valer con el empate a un tanto en el frío y nevado
San Petersburgo el 4-1 cosechado en la ida ante el Zenit ruso, lo
que significa plantarse por primera vez en su centenaria historia
en unas semifinales de una competición continental. El conjunto
español salió con las ideas claras; las de no arriesgar nada en el
pésimo terreno de juego y la de parar el fútbol aéreo que desde el
inicio buscó el rival para acortar a las primeras de cambio la
diferencia en el marcador que quedó en la ida.
Juande Ramos utilizó a tres centrales -Aitor Ocio, Javi Navarro y el francés Julien Escudé- y con ellos y con el brasileño Daniel Alves y David Castedo en los costados los apuros fueron mínimos. Sólo alguna falta de coordinación o error propiciado por el terreno dejó cierta incertidumbre, además del muy activo internacional ruso Aleksandr Kerzhakov, que fue el que casi siempre lo intentó en ataque.
Los sevillistas vieron cómo pasaron los minutos con el empate a cero, que era una de las misiones para que el rival y su afición no se crecieran, aunque en el plano ofensivo estuvieron prácticamente desaparecidos con Jesús Navas y el brasileño Luis Fabiano siempre en desventaja ante la defensa rusa. Esa prácticamente total posesión del balón por parte del equipo que dirige el checo Vlastimil Petrzela pudo tener sus frutos para los rusos en el tramo final de la primera parte, cuando en jugadas a balón parado, o en centros laterales, tuvo que trabajar con acierto un muy centrado meta Andrés Palop.