Benfica | 0 |
Barcelona | 0 |
BENFICA: Moretto; Ricardo Rocha, Luisao, Anderson, Leo; Beto, Petit, Manuel Fernandes; Simao, Geovanni y Robert.
Cambios: Miccoli por Robert y Karagounis por Geovanni.
BARCELONA: Valdés; Belletti, Oleguer, Motta, Gio; Iniesta, Van Bommel, Deco; Larsson, Etoo y Ronaldinho.
Cambios: Gabri por Deco y Giuly por Larsson.
Àrbitro: Stephen Bennett (ING). Amonestó a Miccoli por parte del SL Benfica e Iniesta, Deco y Belletti por parte del Barcelona.
Ginés Muñoz|LISBOA
El Barcelona tendrá que ganar al Benfica en el Camp Nou si quiere alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones, después de que anoche fuera incapaz de doblegar al conjunto lisboeta (0-0) en el estadio de La Luz, pese a disponer de numerosas y clarísimas ocasiones para obtener una abultada victoria. El conjunto azulgrana podía haber firmado en Lisboa una goleada histórica, pero estuvo tan gafado en ataque que al final no tuvo más remedio que resignarse a su suerte, e incluso acabó pidiendo la hora, consciente de que un gol de los lusos en el último minuto le podía costar la eliminatoria. El encuentro parecía que se pondría rápidamente de cara para los catalanes, que llegaron a Lisboa con muchas bajas en defensa, ya que no pudieron contar con el sancionado Puyol y los lesionados Márquez y Edmilson.
Rijkaard resolvió el puzzle de la zaga colocando a Oleguer y a Motta en el eje y a Iniesta como pivote defensivo. De este modo, el Barca perdió contundencia atrás pero ganó en la salida del balón. Bajo esa premisa, el conjunto azulgrana se hizo con el control del juego, aunque no esperaba que el Benfica le diera tantas facilidades para llegar a la portería defendida por un desafortunado Moretto. Y eso que Koeman, consciente del caudal ofensivo azulgrana, había adoptado ciertas cautelas. El técnico del conjunto luso reforzó el centro del campo con Beto y dejó en el banquillo a Nelson, un lateral de proyección y recorrido, para dar entrada a Rocha, mucho más experto en las labores de contención y, por lo tanto, más capacitado para neutralizar a Ronaldinho.
Sin embargo, los catalanes no tuvieron problemas para plantarse, desde el primer minuto, en la línea de tres cuartos rival, sin apenas oposición. Iniesta y Van Bommel lo hicieron en jugada personal, después de encontrar una autopista hasta la zaga del Benfica, pero marraron el tiro.
Poco antes, Ronaldinho lo había probado en un libre indirecto dentro del área y una volea posterior que se marchó por encima del larguero, y Deco había desperdiciado otra clara ocasión al enviar fuera un balón que le había puesto Samuel Etoo y que sólo debía tocar entre los tres palos. Mientras tanto, el Benfica, empujado por el fervor de su público le ponía voluntad y ganas, pero poco más.