Carlos Montes de Oca|VIGO
No pudo ser. La dinámica alcista con la que se había alineado el
Mallorca desde la llegada al banquillo de Gregorio Manzano se
interrumpió ayer sobre el césped Balaídos. Ocho jornadas después de
sufrir su último varapalo en el campeonato, el cuadro insular
volvió a padecer en primera persona los efectos de la derrota y se
encuentra de nuevo a las puertas del peligro. En cualquier caso, ni
el técnico ni los futbolistas son partidarios de cambiar la línea
de trabajo que se ha seguido en el último mes y conservan intacto
su nivel de confianza. De hecho, el propio Manzano reconocía tras
el encuentro que no había «nada que objetar» al triunfo del Celta y
que «no hay rasgarse las vestiduras», ya que resta todavía mucho
camino por delante.
Pese al resultado final, el entrenador mallorquinista hacía una lectura positiva del partido y escudaba el patinazo -el primero desde que asumió las riendas del plantel- en el caótico inicio de la función, que acabó convertiéndose en un lastre para el grupo rojillo: «Nos vimos un poco sorprendidos por la eficacia del Celta en los compases iniciales y la verdad es que nosotros no había planteado el partido exactamente así. Con el 1-0 en contra hemos intentado levantarnos yendo hacia la portería contraria, pero nos hemos estrellado con un Pinto en un momento de forma excelente e inmediatamente después ellos marcarn el segundo y eso les hizo sentirse muy cómodos», argumentaba el preparador jienense.
El máximo responsable técnico del Mallorca reconocía que su equipo había hilvanado los mejores minutos de juego en la segunda mitad: «Tras el descanso hemos tenido una actitud distinta, pero al final todo se resume en que ellos han acertado sus ocasiones y nosotros no. Con esto sobre la mesa, sólo puedo decir que el resultado definitivo es totalmente justo, no hay nada que añadir. Ahora nuestra obligación es seguir trabajando para llegar a la meta lo antes posible».
El de Bailén estaba satisfecho con lo que habían expuesto sus hombres sobre el terreno de juego y descartó de forma tajante imponer cualquier tipo de castigo al vestuario, ya que entiende que el tropiezo de ayer se debe aun bajón momentáneo y la situación no es ni mucho menos crítica: «No creo que sea un encuentro por el que tenga que abroncar a los jugadores. Enfrente teníamos a un equipo que sabe jugar muy bien el fútbol y que está completando una magnífica temporada, por lo que no observo ahí ningún motivo para el enfado. Hemos tenido nuestras ocasiones y ellos también. Desde mi punto de vista ha sido un enfrentamiento abierto y todo se ha reducido a una cuestión de acierto», apuntaba. A su vez, Manzano añadió que «lo importante es que seguimos fuera de los puestos de descenso. Tenemos que seguir preparándonos para el partido que tenemos la semana que viene».
Sin gol
Al entrenador andaluz tampoco le preocupa demasiado la falta de
pegada que presenta el Mallorca ultimamente, aunque advierte que
eso sólo se soluciona mejorando en la definición: «Los goles hay
que marcarlos y nosotros no lo hemos hecho. Hemos dispuesto de
muchas ocasiones para golpear al Celta y eso demuestra que hemos
querido, que no hemos renunciado en ningún momento al partido.
Simplemente, no hemos podido y ellos si. Pero nosotros veníamos
aquí con la idea de puntuar. Ahora no es necesario rasgarse las
vestiduras porque ya sabíamos que esto podía ocurrir. Es el momento
de mirar hacia adelante», recordaba.
Otro de los puntos sobre los que pasó la rueda de prensa del técnico tenía que ver con la presunta basinasmanía que acusó en la tarde de ayer el Mallorca: «Hoy sería injusto decir que su ausencia es el principal motivo de nuestra derrota, sobre todo porque ellos tampoco nos han hecho ningún gol en jugadas elaboradas. En cualquier caso, no podemos achicarnos por la ausencia de ninguno de nuestros jugadores». Manzano concluyó su comparecencia explicando alguno de sus cambios más significativos: «Cortés se ha retirado del campo por unas molestias. Padece una sobrecarga y hemos querido ser precavidos para no provocar una lesión mayor».
Fernando Vázquez por su parte, no podía ocultar su satisfacción por el triunfo cosechado, que como recordó el preparador, sirve a los celestes para «recuperar de nuevo crédito y confianza», tras las tres derrotas consecutivas encajadas en las últimas semanas: «Lo más importante era romper esa racha de tres derrotas consecutivas y lo hemos conseguido», señaló Vázquez, quien destacó como la clave del encuentro la prontitud con la que el Celta se adelantó en el marcador: «Definimos rápido y cuando el Celta marca pronto, gana, eso es lo que dicen las estadísticas», comentó el preparador del conjunto gallego.
Vázquez valoró además el trabajo de su equipo a la hora aprovechar los espacios dejados por el Mallorca en la primera parte y justificó los cambios de hombres y esquema en la segunda «para hacer un equipo más sólido y recuperador. El objetivo era mejorar el juego y creo que lo conseguimos», comentó.