Carlos Montes de Oca|VIGO
Es la hora de los actores de reparto. De tipos que han vivido desde
el banquillo la mejoría mallorquinista. Que se han tenido que
conformar con entrenar y esperar. La buena racha no invitaba a
cambiar el dibujo y sólo por obligación ha retocado Gregorio
Manzano su boceto. Si la pasada jornada, la lesión de Pisculichi en
el tobillo privó al técnico jienense de repetir su once inicial por
cuarta jornada consecutiva, hoy tendrá que mover dos piezas. La
acumulación de amonestaciones de Ballesteros le abre la puerta del
once a Eduardo Tuzzio. Fijo para Cúper siempre que estuvo
disponible, el argentino ha tenido que aguardar su oportunidad para
volver al once. Hoy formará pareja con Nunes, un dúo que no es
inédito en el presente campeonato. Tuzzioaporta menos contundencia
defensiva que Ballesteros, aunque su grado de fiabilidad ha sido su
punto fuerte cuando ha tenido la ocasión de jugar.
El otro cambio afectará directamente a la sala de máquinas. Al jugador que ha sido el eje y vida del Mallorca en las últimas semanas. Su toque, su visión y sobre todo su despliegue físico han sido fundamentales para que el conjunto bermellón protagonizara la escalada. Una inoportuna elongación muscular, fruto de su carga de encuentro después de estar tantos meses en el dique seco, le ha dejado en Palma. Manzano dispone de tres recambios, Farinós, Borja y Doni, con más opciones para este último. La imaginación del italiano, más llegador y con menos capacidad de trabajo que Basinas, deberá producir balones para Arango y Pisculichi. Cabe recordar que el italiano sólo ha marcado un gol, que precisamente sirvió para tumbar al Celta en el encuentro de la primera vuelta disputado en el estadio de Son Moix. Así las cosas, después de calcar el once durante tres partidos consecutivos, que se saldaron con tres empates ante Racing, Villarreal y Sevilla, Manzano formará un once inédito desde su llegada, un equipo que tratará de estirar la racha hasta las ocho jornadas sin perder para mantener la dinámica y seguir mirando por encima del peligro.
El Mallorca vive su mejor racha de la temporada y busca la confirmación. La victoria ante el Cádiz le ha permitido cargar el depósito de la confianza y ganarle unos metros a la agonía. Hoy busca su octava jornada consecutiva sin perder, una marca desconocida durante el presente campeonato, que le situaría en la rampa de lanzamiento para la salvación. Esta tarde visita a un Celta que mantiene un errático rumbo y que se autoexige el triunfo para seguir aspirando al vagón europeo después de tres derrotas seguidas. (17.00 horas, PPV, Balaídos). Las huestes de Manzano no están para tirar cohetes. Aunqueha mejorado de forma notable desde el cambio de timón táctico, sigue oliendo el peligro. Los enemigos también se han espabilado en estas últimas citas y por eso necesita atrapar algún punto en Vigo para marcar territorio. No en vano, podría volver a las arenas movedizas si hoy pierde aquí...